El nuevo que comienza esta noche a las 12 de la noche traerá dos cosas de las que más nos gustan, que más nos apasionan y nos encanta: fútbol y política.
Tendremos en muchos años las elecciones presidenciales más indescifrables y reñidas en mucho tiempo y mundial de fútbol en Rusia.
¿Qué más le podemos pedir a este 2.018 que comienza? Si me preguntara cuál fue la mejor noticia del año que se va, creería que el dato que dio por estos días el ministro de Defensa, al señalar que hemos tenido la tasa de homicidios más baja en las últimas cuatro décadas. A pesar de todo es una muy buena noticia.
En el tema de las elecciones presidenciales, a poco menos 5 meses de la primera vuelta, cualquier cosa puede suceder. Comenzando el 2.018 la mayoría de colombianos muestran una intención de voto castigo a todo lo que tenga el sello del gobierno de Santos, y de ahí que en todas las encuestas Sergio Fajardo aparezca de primero.
Es la forma como hoy la mayor parte de los votantes expresan su voto de rabia, de inconformidad, de rechazo a lo que vivimos en el 2.017 que será recordado como el peor año para la justicia en Colombia.
Aquí vivíamos con indignación los escándalos de corrupción de la clase política, de congresistas, algunos gobernadores y alcaldes comprometidos en uso indebidos de dineros y parapolítica, al extremo que con el peso de tantos escándalos, ya vivíamos casi anestesiados con ese tema. Casi lo asimilábamos como parte de nuestra vida diaria.
La copa se rebosó con el escándalo del cartel de la toga. Muchos colombianos que hacen grandes esfuerzos en sus trabajos y los resultados no se ven, muchos que buscan infructuosamente empleo, todos los que no pudieron con la reforma tributaria, aquellos que en sus empresas tienen dificultades, y de un momento a otro ven como se manejaban con tal nivel de descaro muchos temas en la justicia, con coimas de 5 mil y 6 mil millones de pesos, con toda razón quedaron en el desconsuelo e incredulidad total.
Seguramente el 2.017 será recordado como uno de los años en que ha habido mayor incredulidad y desánimo entre los colombianos, de rechazo a toda la institucionalidad y ese sentimiento puede triunfar en mayo y junio próximos.
Por eso incluso hasta la paz se rezagó, porque al final para la gente tuvo mayor significación y peso los escándalos de corrupción que la paz.
En un libro de historia política nuestra se asegura que por muchos años, siempre que el partido liberal y conservador percibían que tenían un enemigo común, que desde luego era la izquierda, se unían, dejaban de lado sus diferencias e intereses, la derrotaban, y después volvían a ser liberales y conservadores.
Hoy ni siquiera esa ecuación es posible. Por ejemplo el partido conservador ha anunciado que no descarta votar por Germán Vargas.
El voto castigo contra la clase política, contra la corrupción, contra el cartel de la toga, contra la reforma tributaria, contra los débiles resultados de la economía, contra la informalidad y el desempleo están creando un panorama electoral que puede resultar inesperado y sorprendente. lo que hace unos días me decía un congresista casi como profecía: Si Germán Vargas, De la Calle y hasta el mismo Uribe no hacen las alianzas adecuadas, hasta Petro se podría meter a la segunda vuelta, y ahí si es mejor hablar de fútbol.
Tendremos un 2.018 deportivamente con muchos retos. La selección Colombia llega con varios de sus jugadores en buen nivel en las mejores ligas del mundo, con un gran reto por delante: al menos mantener los logros del pasado mundial que ya sería mucho. Nairo Quintana tiene el gran reto de su vida, ganar el tour de Francia, que por estos días se encuentra fría, algunas zonas adornada por la nieve, y como siempre hermosa. ¡Feliz Año!