Apenas estamos analizando las cifras que nos ofrece el Dane, sobre el incremento de la pobreza en Colombia con motivo del impacto de la pandemia, cuando nos sorprendemos con el paso de las tormentas y ciclones que dejan buena parte del territorio nacional con el agua al cuello y en medio de desastres de profundo impacto, en donde miles de hogares han perdido sus casas y sus enceres, y han quedado en la mas completa orfandad, agregando el panorama que se vive en las zonas rurales en donde se han arrasado las cosechas y desaparecido los ganados, y de paso destruida buena parte de la infraestructura.
Sin duda estamos frente a un panorama delicado en extremo, que amerita una convocatoria nacional, para que todas las fuerzas vivas de la nación, comenzando por los partidos políticos, se unan en una comunidad de objetivos, para que se puedan diseñar instrumentos efectivos, y con el respaldo que se requiere, para que sea posible encontrar caminos de salvación en medio de las penosas circunstancias que vivimos.
Cuando una sociedad se ve afectada por circunstancias externas e imprevisibles, tal como son las actuales, lo primero que se tiene que hacer es una convocatoria nacional, para que todos los elementos de la sociedad actúen dentro del camino indicado.
El resurgimiento dentro del escenario de crisis, debe contar con la cuota parte de todos los colombianos, pues la acción debe tener un elemento ponderado, por encima de la critica.
Quien mas aporte dentro de este escenario, debe ser el que después sea depositario de la confianza pública.
Sería lamentable que, en este ejercicio, solo se pueda contar con una parte de la población, o de la clase dirigente, mientras el país se hunde en medio de la calamidad y del desastre. No sería justo, ni tendría justificación, y menos perdón, que un sector de la población se apoltrone plácidamente a esperar que los demás actúen, y pasen de agache, mientras el país requiere de su actuación.
El panorama que nos asiste es sin duda en extremo grave, y afecta a los mas débiles de Colombia, que están poniendo la mayor parte de la cuota de muertos, tanto por la pandemia, como por el desastre derivado del invierno. Y también recibiendo el mayor impacto en la subsistencia, pues la verdad, resulta para muchos difícil sobrevivir en medio de las terribles circunstancias que nos atacan.
Reaccionemos todos, y hagámoslo con la responsabilidad que se nos reclama, y con la cuota de aporte que requieren las terribles circunstancias.