Dentro del mal panorama de crecimiento que afecta a América Latina, en donde en el año que acaba de terminar su crecimiento apenas será del 0.5%, Colombia puede sacar pecho exhibiendo un resultado por encima del 3%; modesto, pero muy por encima del promedio de la región.
Y a todas estas, preocupan para el caso colombiano, tres factores de enorme influencia: el desempleo que ha venido al alza con el regreso a una cifra de dos dígitos; el pobre desempeño de las exportaciones, a pesar de haber contado con un dólar bastante alto, y el freno en la disminución de la brecha de la desigualdad.
Si es posible generar un crecimiento del empleo, buena parte de la tarea se habrá cumplido, pues a mayor ocupación, habrá mas personas con posibilidad de ingreso y por lo tanto con probabilidad de mantenerse dentro de la seguridad para la atención de sus necesidades básicas, incrementando de paso el consumo y estimulando el sector productivo.
Pero para alcanzar este objetivo, es necesario colocar la mira hacia los sectores productivos que están en capacidad de generar mayor cantidad de ocupación, para que se estimulen y se les brinde condiciones favorables para la expansión: estos son La construcción, la producción industrial con miras a las exportaciones y el sector agropecuario.
Tres grandes motores deben proveerse y encenderse con toda su capacidad, para empujar el crecimiento que se requiere. La construcción arranca con la eliminación del impuesto al consumo que había resultado muy gravoso; pero se requieren ágiles y cómodas líneas de crédito, y exigir más compromisos del sector productivo para que sus empleados puedan acceder al sueño de la casa propia. Igualmente, un objetivo para bajar costos de terrenos urbanizables y de materiales de construcción, pues se ha demostrado que, por ejemplo, en el caso de las cementeras, no se han exhibido conductas plausibles.
Y en cuanto a las exportaciones, es necesario incrementar la capacitación para que el sector productivo tenga muy en claro qué es lo que requiere el mundo en cuanto al consumo, y cuáles son los canales para acceder a los mercados. Todo productor tiene que tener una mira exportadora y mientras no se genere esa actitud, la producción seguirá experimentando un panorama doméstico. Aquí es en donde juega el emprendimiento como un objetivo mental que debe asistir a todo aquel que esté, o que pretenda vincularse al sector productivo. Industria y agro, tienen enormes posibilidades, pero si existe capacitación y concurren estímulos.