Amables lectores: Las tareas económicas a realizar en el 2020 se basan en datos obtenidos en el año 2019. Hablaremos de salario mínimo, desempleo, inflación y volumen de exportaciones.
El ejecutivo por decreto, sin poder conciliar con sindicatos ni empresarios, definió un alza del 6% en el salario mínimo. Existe preocupación, porque algunos consideran este aumento, como factor negativo para la generación de empleo. El desempleo, como lo he repetido es la peor calamidad que puede sufrir un ciudadano.
Las facturas por pagar no dan espera y se presiona su cancelación. Cancelar estas obligaciones son una prioridad para gozar de una relativa calidad de vida. El 2020 debe ser el año del empleo y se debe aumentar la formalidad laboral. La tasa de desempleo del 9.3% que cerró el 2019 debe ser disminuida e igualmente la tasa de informalidad del año anterior en la impresionante cifra del 47.2%.
La inflación cierra el año, según el Dane, en un 3.8%. El control de esta variable es indispensable para un correcto desempeño de la economía. La volatilidad de la tasa de cambio, ha generado un aumento en los costos de los bienes importados que presionan el valor de la inflación.
El rango de la variable inflacionaria se ha fijado para el 2020 entre un 3% y 4%. El 3.8% está muy cercano al tope superior y por eso es importante que el Banco de la Republica aumente la tasa de intervención para disminuir circulante y contribuir a la estabilización de precios y ubicar la inflación en niveles cercanos al 3.4% para finales del 2020.
Dos factores desestabilizadores de la economía colombiana son la prolongación de la crisis venezolana y el estancamiento de la economía latinoamericana. Adicional a los dos factores anteriores el futuro económico de nuestro país también enfrenta la profunda incertidumbre sobre la dinámica de la economía mundial.
El brexit recientemente aprobado en Gran Bretaña significa su retiro de la Unión Europea; la guerra comercial entre Estados Unidos y China, aparentemente en estado de solución; esas situaciones más la desaceleración económica de Asia y Europa, afectarían las exportaciones colombianas, profundizando el déficit de cuenta corriente en nuestro país, mayores importaciones que exportaciones. La tercera década del siglo 21 inicia con la expectativa de la entrada en vigor de la reforma tributaria denominada Ley de Crecimiento que reemplaza la Ley de Financiamiento declarada inexequible por la corte constitucional.
Ambas leyes tienen un articulado casi idéntico. El gobierno agregó varios artículos de corte social, deseando bajar presión al descontento expresado a partir del 21 de noviembre 2019. Los puntos agregados tienen que ver con devolución del IVA a hogares de ingresos bajos, decretar tres días sin IVA al año, reducción en los aportes de salud para pensionados que devengan mensualmente menos de dos salarios mínimos, obligación de las empresas del estado de contratar jóvenes sin experiencia laboral en edades entre 18 y 28 años y otorga benéficos tributarios a personas que generan empleo en el sector rural.
Los analistas de este proyecto tributario social consideran que estos artículos tendrán un alto coso para el país y que se pone en riesgo la sostenibilidad fiscal poniéndoles presión a la nota del país frente a las calificadoras Según expertos conocedores del tema.
“Colombia tiene razones para aspirar a un crecimiento anual en el 2020 del 4%. Existen según el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, las siguientes tareas claves para acometer en el 2020”. Bajar el desempleo y reducir la informalidad – Tener control sobre la inflación, subiendo si es necesario las tasas de colocación. Dinamizar las exportaciones para disminuir el déficit de la cuenta corriente- lograr un equilibrio en el manejo fiscal diseñando un plan de venta de activos para mantener la calificación y así conservar el grado de inversión extranjera; con políticas de crédito a largo plazo, hacer reaccionar al sector de la construcción, gran generador de nuevos puestos de trabajo.