Hoy empieza la novena de Aguinaldos. Esta columna, fiel a sus lectores y a su tradición, publica las peticiones al Divino Niño de Belén, para este año. Ante la imposibilidad –por la pandemia de bolsillo- de hacer una Novena bailable, como hubiera sido nuestro deseo, hoy la damos a conocer en físico, con la esperanza de que la recen con fe (de la que mueve montañas), con devoción (de la que ya poco hoy se ve) y con alegría (la que, pese a todo, no debe faltar en esta temporada). Aquí va:
Día 1: Benignísimo Dios de infinita caridad que tanto amasteis a los hombres, haz que tus bendiciones nos lleguen a los que con amor profundo nos disponemos a hacer esta novena, para que todo no se nos vaya en comilona, estreno y jartazón. (Villancico: Tutaina tuturumá. Repartir pastelitos de garbanzo).
Día 2: Niño bueno, ablándanos el corazón y estíranos el bolsillo para que compartamos nuestra alegría con alguien más necesitado que nosotros. Un juguete, un abrazo, una sonrisa pueden ser suficientes. (Villancico: Burrito sabanero. Una copa de vino y una galletita no caerían mal).
Día 3: Se nos fue Chente, carajo. Seca las lágrimas de los berrietas, y saca a los borrachitos y borrachitas de las cantinas de donde ahora no quieren salir. Haz que en las emisoras pongan más canciones navideñas y menos rancheras. Que los entristecidos tomen bolegancho, porque el tequila está por las nubes y ningún bolsillo aguanta. (Villancico: El tamborilero. Refrigerio: un café sin azúcar y una rebanada de pan integral).
Día 4: Gracias, Niño bueno, por el salario mínimo que decretó el gobierno. Sigue iluminando a Iván para que siga haciendo cosas buenas, a ver si él y nosotros salimos de la olla. (Villancico: Los Zagales y zagalas. Repartir masato y pasteles de pollo).
Día 5: Niñito hermoso. Dale una manita al alcalde Jairo Yáñez para que no lo tumben. Recuérdales a los revocadores lo que dices en la Biblia (o en la cartilla Charry): Más vale malo conocido que bueno por conocer. (Villancico: Antón tiruliru liru. Hoy nos conformamos con una aguamielita caliente y una almojábana).
Día 6: Perdónanos la confiancita, Chucho lindo, pero ¿hasta cuándo nos tocará aguantarnos a los venezolanos (los malos)? Son capaces de llegar al Pesebre y le roban la burrita a tu papá, o le hacen algo a tu mamá. Haz algo, por Dios. (Villancico: Los Tucusitos. Ofrecer natilla).
Día 7: Niño Dios: La violencia, el virus y la campaña electoral nos acosan. Los tiempos son difíciles. No nos sueltes de tu divina mano para no caer en las garras de los que Tú ya sabes. Que ganen los mejores, según tus celestiales designios. (Villancico: Otro de los Tucusitos, que son tan buenos. Refrigerio: Hoy pueden ser buñuelos).
Día 8: El virus y las cepas de cada día nos amargan la vida. Ya está bien de tanta Covid. Te lo pedimos por las tiernas lágrimas que derramaste en el pesebre. Familiares y amigos muy queridos se han ido con la peste. Acaba con eso, te lo pedimos humildemente. (Villancico: Campana sobre campana. Repartir hayaquitas).
Día 9: Tu mamá ya está con los dolores. Ayúdale a José que a veces se atortola, por los años. Que los pastores y los ángeles y los reyes y los curiosos muestren el carné de vacunación. Lavado de manos, tapabocas obligatoria y que te dejen lo regalos al pie del pesebre, lejitos. Acuérdate que el palo no está para cucharas. (Villancico: Noche de paz. Hoy es el reparto de regalos y sonrisas).
¡Felices aguinaldos, amigos lectores!
gusgomar@hotmail.com
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