So pretexto de la pandemia se va presentar nueva reforma tributaria, por parte del Gobierno.
Como siempre los perjudicados serán los trabajadores activos y los pensionados que día a día ven disminuir su capacidad adquisitiva, por la disminución real de la mesada en cerca del 40% con respecto a los trabajadores activos.
Todas estas medidas conllevan a un empobrecimiento correlativo de quienes laboraron durante muchos años, en aras de buscar fortalecer sus ingresos al retirarse de la vida activa.
Seguramente gran parte de esa captación de dineros, recaerá sobre los de menos ingresos, aumentando día a día el descontento con este gobierno alcabalero, que solo piensa en perjudicar a quienes menos tienen, al tiempo que favorece a quienes le aportan altas sumas de dineros en su campaña presidencial.
Con un aumento pírrico, irrisorio para los trabajadores activos del 3,6 % se obtuvo disminución del gasto, al tiempo que se incrementó la mesada pensional en el 1,5 %
Recordemos que los jubilados no cuentan con prima vacacional ni con b0nificaciones, amén de aumentar solo el 1,5 % este año y en promedio el 3 % generalmente.
Se dice que se tocarán las pensiones altas, pero por ahí se comienza para perjudicar a quienes además de esa merma, deben adquirir la droga formulada dada la burla sistemática a las tutelas de salud hablándose de retefuente cuando se trabajó toda la vida para lograr una pensión digna en un país signado por la violencia y desigualdad social. Pasa por alto el Estado, que las pensiones altas tienen un gravamen para solidaridad favorable para quienes menos tienen para las EPS.
Más seria la propuesta del representante Chacón del Norte de Santander, de bajar el IVA al 8 %, quitándole las gabelas a los emporios financieros que son los que se enriquecen a costillas del pueblo, con tasas altísimas de intereses que dejan superutilidades.
Ya es hora de dejar la ciudadanía de soportar tanta inequidad social, con alzas en gasolina, peajes, Iva, alimentos al tiempo que se gravarán artículos de primera necesidad.
Importante lo que señalaba Salomón Kalmanovitz el 15 de febrero en el Espectador, que debía pensarse más en bajar las exenciones por cuanto el sector financiero solo paga el 1,9 %, las petroleras el 7 %y las empresas mineras el 6 % de sus utilidades, cuya eliminación sería mayor a lo que piensa en recaudar el Estado con la reforma que constituye serio detrimento de la clase bajadora y es ahí cuando los señores congresistas deben pensar seriamente en defender los intereses de quien los ungió para desempeñar esos cargos.
Y una pregunta suelta, ¿en qué van las investigaciones de quienes se apropiaron de los dineros de municipios y gobernaciones, que con tanta bulla se alardeó en un noticiero nacional?
Por eso, al Gobierno no le interesa una reforma seria de la justicia, ya que sabe que con ausencia de logística adecuada es difícil obtener buenos resultados en materia económica.