Colombia no solo exporta petróleo, carbón y café, sino que ha encontrado una nueva fuente de divisas y de trabajo: las flores, que están convirtiéndose desde hace unos años en otra de nuestros renglones de ingresos, gracias a la cercanía de los Estados Unidos y a la facilidad con que los aviones de carga pueden cumplir, en pocas horas, los vuelos entre Bogotá y Miami y otras ciudades estadounidenses.
No es cuestión de poca monta la exportación de rosas, crisantemos, claveles y margaritas, con motivo del día de los novios y otras festividades en los que los enamorados legales y clandestinos muestran su amor o sus intenciones románticas. Según las autoridades aduaneras, serán exportados 600 millones de tallos, empacados en millón y medio de cajas. Las dos sumas muestran la importancia de este renglón de divisas, que ocupa a miles de trabajadores en fincas ubicadas en las cercanías de Bogotá y Medellín, entre ellos muchos de los venezolanos que han aterrizado en Colombia debido a la crisis de todo tipo que afronta la que fuera en otras épocas llamada “deme dos”, por la costumbre de comprar todo en parejas. Para atender la demanda de los enamorados gringos, con motivo del Día de los Novios, que se celebra en febrero, habrá 19 vuelos diarios desde los aeropuertos colombianos, cada uno de los cuales transportará 60 toneladas de bellas flores, que servirán de cómplices en los romances de los gringos y de los demás habitantes de USA.
Para atender a la demanda, según cifras de los exportadores, se generarán 18 mil empleos adicionales, que reforzarán los 140 mil que regularmente emplea la industria de la floricultura, que empezó a crecer hace algunos años gracias a las inversiones realizadas por gentes que creen en el futuro de Colombia y en sus industrias. Y que todavía no han caído en las garras de los alcabaleros que le ponen impuestos hasta al oxígeno.
Las exportaciones de flores colombianas, que causaron admiración en reciente exposición celebrada en Londres, por su belleza y colorido, generan ingresos anuales por más de 140 millones de dólares y se suman a los renglones tradicionales que ocupan a millones de trabajadores y aportan eficazmente a la balanza de pagos.
De acuerdo con las cifras de los exportadores, este año habrá 2.700 vuelos, que llevarán más de 19 mil toneladas de flores, que llegarán a 100 países del mundo. En total, Colombia recibirá, gracias a este renglón, una suma cercana a los 1.200 millones de dólares, suma muy importante. Es necesario anotar que el envío no se hace por la empresa de correo del gobierno, la antigua Adpostal, a la cual se le perdió una carta de la ministra de justicia a los jueces norteamericanos, la cual nunca llegó a su destino y no provocó, como era la obvio, la caída de la funcionaria que envió el paquete por la vía equivocada. ¡Colombia, país singular!
P.D. Sigo pensando que el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, le está dando largas al tema del metro para no hacerlo. Su interés, como lo ha demostrado varias veces, es llenar a la ciudad de buses contaminantes.