Cuando apenas faltan 70 días para finalizar el año, aún se sienten los efectos de la reforma tributaria y, en especial las consecuencias del incremento del IVA del 16 al 19 por ciento. Esto ha incidido considerablemente para que la confianza de los colombianos se mantenga en terreno negativo, para que el ingreso fiscal se contraiga y para unas proyecciones de crecimiento poco optimistas.
Mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) colombiano de apenas 1.7 por ciento en 2017, para el Banco Mundial (BM) este será de 1.8 por ciento. Ambos organismos consideran que en el 2018 se alcanzará un crecimiento del 2.8 por ciento. Las expectativas a principios de año eran del 2.5 por ciento.
La deuda externa colombiana es de 121.097 millones de dólares, equivalente al 39.3 por ciento del PIB, y solo el 12 por ciento es a corto plazo. El déficit comercial en agosto llegó a5.863 millones de dólares. esto es, estamos importando más de lo que exportamos.
La tasa de desempleo del país está entre las más altas de la región, el año pasado fue del 9.2 por ciento, este año es del 9.3 por ciento y el proyectado para el 2018 es de 9.2 por ciento. Se calcula que al finalizar el año la inflación sea del 4.3 por ciento.
Aunque las agencias internacionales calificadoras de riesgo le han asignado una calificación de grado de Inversión, un estudio adelantado por la firma Fit Consulting y, publicado entre otros medios, por el diario Portafolio, revela que Invertir hoy en Colombia tiene más riesgo que hace cinco años. Entre las dificultades para abrir negocios expuestas por el sector empresarial sobresalen: la corrupción, la desaceleración económica, la deficiencia en la infraestructura nacional, la política arancelaria y la falta de estabilidad jurídica e impositiva.
Y en medio de este preocupante panorama empezará el debate sobre el incremento del salario mínimo para el año 2018. Mientras la Central General de Trabajadores (CGT) exige un 10 por ciento, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) propone 4.5 por ciento, con lo cual el nuevo salario quedaría en $779.900. Aproximadamente el 70 por ciento de la clase trabajadora devenga entre uno y dos salarios mínimos. La propuesta del gobierno aún no se conoce.
Teniendo en cuenta que hay sectores de la economía que han presentado decrecimiento respecto al mismo periodo del año anterior y otros que han venido dando muestras de los efectos de la desaceleración económica del país, además de la tasa de inflación del 4.3 por ciento, lo más probable es que el incremento del salario mínimo esté entre el 4.5 y 5 por ciento.