Desde cuando fue cerrada la frontera colombo-venezolana por decisión unilateral del presidente venezolano, con las consecuencias conocidas, hemos estado atentos al desarrollo de los acontecimientos y sobre todo de la fecha en que se eliminen las barreras y haya de nuevo flujo normal de personas y vehículos en ambos sentidos. Pero, a juzgar por las últimas noticias esto no ocurrirá en corto plazo, por el contrario seguirá extendiéndose hasta abarcar toda su extensión.
De la reunión que sostuvieron los ministros de defensa de los dos países en Santa Marta, Luis Carlos Villegas y Vladimir Padrino, salieron cosas buenas que contribuirán a que de manera mancomunada se encuentren soluciones a los problemas que dieron origen a esta crisis: delincuencia común, contrabando y toda manifestación de crimen organizado. En primer término se acordó crear nuevos mecanismos de comunicación entre los dos ministerios, para que fluya la información con mayor rapidez y efectividad.
Entre las tareas acordadas está también el establecer el Centro Binacional de Lucha Contra el Crimen Organizado Trasnacional, al tiempo que se aumentará el número de efectivos de las fuerzas armadas a cada lado de la frontera, teniendo como objetivo primordial la lucha contra el contrabando.
Los alcances de la reunión condujeron al establecimiento de una agenda que compromete a los dos países. En octubre habrá una nueva reunión en Maracaibo para proponer las formas de cooperación marítima y fluvial entre las fuerzas armadas con los mismos objetivos de terminar con el contrabando. Quedó también acordado que la Policía de la Guajira y el estado Zulia se encontrarán en el lado venezolano de la frontera en esa zona para coordinar operaciones conjuntas. Las fuerzas del aire no están fuera de esta programación, el 19 y 20 de octubre se reunirán en Bogotá para revisar y acordar procedimientos conjuntos y habrá también una evaluación conjunta del impacto medioambiental de las actividades ilegales en la zona fronteriza.
Queda visto y expresado de manera clara que las acciones conjuntas y los esfuerzos por combatir el contrabando y otras actividades ilícitas es posible si se dialoga y se ponen de acuerdo las autoridades binacionales. Luego de estas reuniones surge la pregunta ¿por qué ahora se puede dialogar y trabajar de manera conjunta? Si esto se hubiera hecho antes se habrían evitado los desplazamientos forzados y los atropellos que se ejecutaron en una cacería de brujas con la excusa de buscar y poner presos a los paramilitares colombianos. Hubiera sido más fácil hablar y después actuar, porque hablando se entiende la gente y hasta con Maduro se puede llegar a acuerdos.