Los recientes sismos en la frontera turco-siria que han impactado al planeta por el impresionante número de muertos son procesos acumulativos de tensión en placas tectónicas, que se alivian en súbitamente, liberando la energía acumulada. Esta es una característica de los llamados sistemas no lineales, la manera normal de actuar de la naturaleza. Los sistemas naturales y antropológicos no son lineales. Y se vive irresponsablemente con ellos, pues como no se “siente nada”, solo se reacciona cuando hace “erupción” violenta y el daño es grave.
Por ejemplo en crecimiento poblacional, un comportamiento lineal es aquel en que cada año la población crece en el mismo volumen. Una población de 100 mil personas creciendo linealmente en 10 años significa que cada año tendría 10 mil nuevas personas. Es una línea recta inclinada. En el comportamiento no lineal, la población el primer año crece 200, el siguiente 1000 y el tercero 3500. Ya para el año 8 crece en 500 y así hasta llegar con un crecimiento lento a los 100 mil habitantes en 10 años. El crecimiento no lineal es lento al principio, después se impulsa hasta un punto en que se ralentiza nuevamente, alcanzando un valle lento nuevamente. Los puntos de cambio de esa curva en “ese” se deben a procesos acumulativos.
Esos procesos acumulativos son propios de sistemas complejos como la economía, pandemias, población y sobre todo en el que la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos llama sistema de sistemas: la ciudad. Hay estudios que muestran que en lo social también se dan los procesos acumulativos. Nueva York era una de las ciudades más peligrosas en los Estados Unidos y se empezaron a tomar medidas para contrarrestarla que parecían no tener ningún efecto, por lo que hubo voces queriendo detenerlas pero se mantuvieron, y de pronto, en un mediano espacio de tiempo se redujo drásticamente la inseguridad. Actúo el proceso acumulativo.
Es obvio que medidas positivas crean procesos acumulativos de cambios súbitos positivos y que medidas negativas hacen lo propio. Cuando un alcalde comete alcaldada tras alcaldada, sea ejemplo el caso de la seguridad en Bogotá, donde el discurso radical vigente decidió que la policía no controlaba el orden sino que perseguía la protesta social y se la neutralizó, se fue dando un proceso acumulativo que “de pronto” resultó en una masiva inseguridad. Igualmente se aplica a todo tipo de alcaldadas. Más notorio aún el actuar del gobierno nacional. Cuando el gobierno sube impuestos en una economía de lento crecimiento o en inflación o en ambas, después desestabiliza a punta de lengua el sector energético, luego ataca el sector salud y el sistema pensional, inmoviliza a las fuerzas de seguridad y detiene el desarrollo de infraestructura, todo el mundo sigue tranquilo porque a pesar de esas torpezas todo parece seguir igual, hasta que de un momento a otro todo se desmorona: el proceso acumulativo llega al punto de inflexión. Venezuela es el ejemplo más reciente de quiebra súbita por acumulación de idioteces ideológicas; Colombia parece ir en la misma dirección.
Se cree que las ciudades o países se degradan lentamente, dando tiempo a reaccionar, pero en realidad la degradación es instantánea sin dejar oportunidad a nada. Y lo que es peor, como establece Geoffrey West en su libro Escala, “Una vez una ciudad ha ganado una ventaja o desventaja relativa a su expectativa de escalamiento, este tiende a preservarse sobre décadas”. Es decir el camino hacia abajo es mucho más rápido que el camino hacia arriba. El día que los venezolanos decidan hacer bien las cosas, durarán mucho tiempo en el atraso, antes de volver a enrutarse. Como decían los grafitis, la deuda que el chavismo le deja a Venezuela no es externa sino eterna. ¿Y el petrismo cuánto costará?
Siga votando como si hubiera oportunidad de corregir mientras se cometen "cambios" radicales y torpes (o alcaldadas) y será víctima de la degradación súbita de una sociedad.