Es abrumadora la información que se produce a diario en torno a la pandemia, no solo en los medios de comunicación y las redes sociales, también ocurre en la literatura médica, las revistas de mayor y menor impacto están ocupándose del tema en sus ediciones desde cuando emergió este nuevo virus, ayudando a la capacitación de los médicos, antes poco o nada se sabía de coronavirus y todavía es bastante lo que resta por conocerle.
La muy importante publicación el British Medical Journal en su última edición destaca tres artículos ocupándose del tema y la preocupación que existe entre quienes están estudiando el comportamiento de esta nueva enfermedad. Hay 3 títulos que podrían tener alguna trascendencia para nosotros.
Primero. Covid-19: tiempos de prueba: “Prueba, prueba, prueba” es la clave para controlar la propagación del SARS-CoV-2 y su manifestación clínica, según la OMS. Sin embargo, tres meses después de la notificación de la nueva infección en China, existe un acceso inadecuado a las pruebas de diagnóstico apropiadas a nivel mundial y la confusión existe entre los profesionales de la salud y el público sobre la priorización de las pruebas y la interpretación de los resultados. Se plantea que: “Los retrasos en el transporte de las muestras al laboratorio y la devolución de los resultados al autor significan que la respuesta general de la prueba a menudo excede las 48 horas. La descentralización de los laboratorios ayuda a reducir estos retrasos, pero se necesitan urgentemente pruebas rápidas validadas, cercanas al paciente para proporcionar información más oportuna tanto para el diagnóstico como para las intervenciones de salud pública”
Segundo. ¿Cuál es la evidencia de los tapabocas de tela? Muchos todavía se están preguntando sobre la efectividad que tienen los tapabocas para evitar el contagio y su uso se ha ido masificando. En principio las autoridades de la salud tanto mundiales como locales se opusieron. En este artículo se cita al Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos sobre las recomendaciones que ha emitido: Las personas deben usar revestimientos faciales de tela en lugares públicos donde las medidas de distanciamiento social son “difíciles de mantener”, como supermercados y farmacias. El mismo centro recomienda usar tela de algodón muy ajustada, como tela para acolchar, sábanas de algodón o tela para hacer camisetas. Proporcionó instrucciones sobre cómo hacer máscaras con o sin costura, incluido el uso de un pañuelo y un filtro de café para crear una cubierta facial.
Tercero. “Las visitas a Urgencias caen en un 25% en la semana después de iniciar la cuarentena” Puede haber menos enfermedad debido al contacto reducido entre las personas y menos trauma debido al menor uso del vehículo. Sin embargo, preocupa que pueda haber más violencia doméstica debido al consumo de alcohol en el hogar y a las parejas atrapadas juntas en confinamiento cercano. Las personas están en casa haciendo el tratamiento a quejas menores y solo van al hospital los enfermos graves. Esto es lo que ha ocurrido en Inglaterra, pero aquí ocurre lo mismo.
Podemos concluir que la principal dificultad se presenta en el tiempo para conocer los resultados de las pruebas, lo cual retrasa la definición de los casos con síntomas respiratorios o de otro tipo entre positivos o no, esto condiciona muchas hospitalizaciones innecesarias y la aplicación de tratamientos no requeridos. Las pruebas rápidas parecen ser la solución. Aunque no haya evidencia sólida sobre la utilidad de los tapabocas en sitios concurridos, hoy nadie se atreve a decir que no sean utilizados y a Urgencias de clínicas y hospitales solo deben ir quienes presenten enfermedades que requieran una solución pronta.
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