El otro día comentaba aquí, lo importante de persuadir a los alumnos de la Educación Superior de estar al día en los temas que orientan la política global de nuestra cultura occidental. En esa oportunidad les recordaba a nuestros egresados de Unilibre y de la ESAP seccionales, el último libro de Samuel Huntington “El choque de las Culturas” y “La civilización puesta a prueba” de Arnold J. Toynbee.
A uno le va quedando la satisfacción que esos estudiantes que los leyeron, compraron y estudiaron, hoy son destacados dirigentes locales, o congresistas y ejecutivos públicos y privados, docentes destacados y buenos ciudadanos. Han adquirido una visión del mundo moderna y visionaria, pero sobre todo aceptar que la sabiduría es relativa, que no es axiomática; tanto como lo es el mundo cambiante de estos tiempos. Bueno, a los estudiantes del montón también les ha servido algo.
Es lo que se sucede con el libro de Norbert Elías y su historia de los buenos modales. Algún día invitaron a Malcom Deas a la Universidad de Oxford para hablar de temas colombianos y asistió con desazón, pues no era de su interés oír cosas relativas ni a la cocina colombiana ni a la inglesa. Malcom recordó el libro que Elías escribió sobre los alemanes y se inspiró para hablar de colombianidad.
¿En qué nos parecemos? Uno de los temas de Elías es Civilización, violencia y transgresión, derivados del monopolio que el Estado tiene de ellos, sobre todo desde la posguerra. Tal circutancia dice el tratadista nos semeja mucho. Europa y su adicción a la guerra deja traslucir que no hay brechas y de ello quedó en la historia las promovidas por Alemania Nazi, por Italia Fascista y el norte de Irlanda y las ocasionales de Bretaña con las nuevas violencias desde Argentina, Perú, Chile y Bolivia, las obsesiones del nuevo socialismo siglo XXI y las que alimenta Ortega y su familia en Centroamérica.
Las rememoraciones y reflexiones sobre la Colombia republicana que nos comentaba Malcom Deas, es muy distinta de las demás naciones vecinas, por lo cual los desenlaces pueden ser diferentísimos.
La verdad es que, a estas horas de la vida, quizás por las marcadas diferencias e identidades regionales, algún día la formula Unitaria del Estado se quebrará, para coleccionar el gran desastre político, que predijo López de Meza.
Adenda: pacto de unión. Constitución del 18 Los Estados soberanos e independientes de Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Santander y Tolima se unen, ligan y confederan para siempre, y forman una Nación libre, soberana e independiente, que se denominará «Estados Unidos de Colombia».
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