Amables lectores: se dice que el tiempo “infaliblemente” califica los actos y los hechos que protagoniza el hombre a lo largo de la historia. Solemos expresar: “el tiempo lo sana todo” cuando las circunstancias son adversas.Debemos analizar la relación costo-beneficio en los negocios, los proyectos, las finanzas y aun en pequeñas decisiones de la cotidianidad y analizar si reporta dividendos porque no todo lo que parece bueno ciertamente lo es. Vemos el caso de las numerosas visitas presidenciales que a lo largo de los seis años ha realizado el presidente Santos a nuestro departamento acompañado del ministro coterráneo, quien por lógica debería conocer nuestra problemática y transmitirla al primer mandatario. Pero nada de esto ha sucedido. Estas visitas vienen acompañadas de flamante nómina de funcionarios de oficina central con un alto costo de desplazamiento y sin percibirse el beneficio. La gente buena de Norte de Santander queda ilusionada y agradecida con el primer mandatario pero después de varios discursos con abundante aplauso, exceso de populismo, mutuo elogio nada queda.
No hay recursos, solo promesas que se incumplirán mañana y veremos los mismos proyectos formulados hace más de 20 años como el embalse multipropósito del Cínera y las cacareadas pero sin poner el huevo de las vías Tibú-Convención-La Mata, porque para Norte de Santander la chequera siempre estará delgadita.
Cuando analizo la frase las palabras valen plata pero el silencio vale oro, trato de asumir una actitud de observador pero me consume la impaciencia ante tanto engaña bobos y rompo mi silencio. ¿Qué tenemos que hacer los habitantes de Norte de Santander para que efectivamente nos presten atención en términos cuantificables y sin tanto embeleco?, ¿ni la crisis y el cierre de la frontera motivó a nuestro gobierno central a darnos una eficiente ayuda? Para nuestra mala canciller, ¿es más motivante el ataque en Estambul que el cierre fronterizo y la inseguridad en la ciudad de Cúcuta originada en esa circunstancia? Solo el tiempo nos dirá cuanto bien o cuanto daño hicieron estas visitas presidenciales. Ya vislumbramos los nefastos resultados en la zona del Catatumbo; allí la producción de coca aumenta y los crímenes y secuestros son permanentes.
Al reflexionar sobre estas circunstancias recuerdo el siguiente cuento zen:“Un pobre aldeano solo poseía un hermoso caballo que hasta el Rey se lo quería comprar, pero el no aceptaba venderlo. Sus vecinos le reprochaban esta decisión y el hombrecito respondía: ‘solo el tiempo me dirá si fue bueno o malo no venderlo’. Un día su caballo se perdió y vino el reproche del pueblo.
El aldeano solo respondía: ‘solo el tiempo dirá si fue bueno o malo que se perdiera’. Al mes su caballo regresó trayendo consigo 10 hermosos sementales. Su hijo de 20 años domando un potro fue lanzado al aire fracturándose las dos piernas. El pueblo lo criticaba por este accidente, y el hombrecito solo respondía ante esta desgracia: ‘solo el tiempo dirá si fue bueno o malo este accidente’. Estalló la guerra y todos los jóvenes del pueblo fueron reclutados para el combate excepto el hijo del aldeano, quien se encontraba en silla de ruedas”.
La paz acordada en La Habana, donde las Farc se sentaron a la mesa en pie de igualdad con el Gobierno, genera miles de inquietudes. Esta guerrilla consiguió gran parte de sus exigencias y arrodillaron al Estado. El gobierno buscó a cualquier precio el fin de la guerra con las Farc, sin tener en cuenta que la paz no es total, donde el Epl, Eln y las bacrim serán las dueñas de los territorios donde operaban las Farc sin renunciar al narcotráfico ni al terrorismo.En resumen, amables lectores, solo el tiempo lo dirá y traerá las respuestas a tantas inquietudes hoy sin solución.