¿Saben ustedes cuándo se celebra el día del alfiler de cabecita brillante? ¿Alguna vez alguien les dijo quién inventó las pompas de jabón y empezó a comercializarlas para deleite de niños y de grandes? ¿Saben cuándo se celebra el día de santa Escolástica?
Si su respuesta es no, déjeme decirles que ustedes no están en nada. Están fuera de onda. Pero no se preocupen. Les tengo la solución, porque pueden nutrirse todos los días con la sapiencia de alguien que sabe dónde ponen las garzas.
Yo también estaba fuera de contexto. Yo no sabía por qué los doce apóstoles fueron doce y no trece; ni sabía por qué las mujeres se mandan a cortar el pelo en cuarto creciente de la luna, pero podan el jardín en menguante; ni tenía la más mínima idea de que algún día, hace muchísimos años, las enjalmas habían hablado, según el refrán: “Cuando hablaban las enjalmas”.
Un día a la hora del tinto mañanero me topé en redes sociales con ese título “Una mirada al pasado”. Y a mí que siempre me han gustado los vejestorios y los cachivaches y las historias añejas, me llamó la atención el aviso, y encontré una mina de conocimientos ocultos pero interesantes, desconocidos pero sabrosos, con olor a chisme pero divertidos.
Lo primero que vi fue el conteo de los días que llevamos del año actual y cuánto nos falta para los villancicos y los buñuelos de diciembre. Y luego la retahíla: Hoy se celebra la moda de andar a pie. Y hace no sé qué tantos años una ballena se comió a Jonás (con lo cual se desbarata el chiste de que Jonás se le perdió a la mujer tres días y apareció diciendo que una ballena se lo había tragado. Y la mujer dizque le creyó).
Y me encontré con que el investigador es un tipo serio, estudioso, recopilador de datos verosímiles e inverosímiles, que además fue del cuerpo diplomático de nuestro país, y que en alguna ocasión fue nuestro cónsul en una ciudad venezolana.
Hugo Espinosa Dávila es el nombre de nuestro historiador. Un hombre lleno de sencillez y bonhomía. (Los hombres que más saben, son los más sencillos, dicen). Alguien a quien un ex presidente de la República le dice Huguito, y le echa el brazo, me consta. Huguito no se las pica, ni se cree la última cocacola del desierto, pero sabe mucho.
Todos los días nos enseña qué fiestas se celebran, de las que uno no tenía ni idea, o qué se conmemora, o cuál es el motivo del día. Ayer, por ejemplo, se celebró el día sin tareas. Y entonces uno piensa en aquellos maestros que se creen mejores maestros porque ponen más tareas. Afortunadamente a alguien se le ocurrió idearse el día sin tareas, y afortunadamente nosotros tenemos a alguien como Hugo Espinosa que nos habla del día sin tareas.
Hace poco fue el día del caramelo. ¿Por qué? Sólo Hugo lo sabe. Y los políticos que caramelean al votante. La semana pasada fue el día de abrazar a un o una periodista. Yo le hice caso y repartí abrazos a diestra y siniestra.
Será tan bueno el aporte de Hugo a la cultura, que la Fundación cultural El cinco a las Cinco (dirigida por otro hombre grande entre los grandes de la cultura ciudadana, Patrocinio Ararat) le ha bridado su apoyo, y ahora “Una Mirada al Pasado” es toda una institución que enseña, recuerda, entretiene y nos hace más amigables con la vida. Por eso hay que leerla. ¡Buena esa, Huguito!
gusgomar@hotmail.com