Con la semana santa comienza un periodo de descanso para muchos, otros sin embargo seguimos en la brega, el trabajo no da tregua.
Es normal que los aeropuertos y terminales terrestres estén por estos días repletos de vacacionistas que afanosamente buscan un cupo para viajar a diversos sitios.
Esas aglomeraciones son la oportunidad esperada para los amigos de lo ajeno, lo cual obliga a que sean más previsivos en lo relacionado con la seguridad personal y la salvaguarda de las pertenencias personales.
La seguridad debe ser una prioridad para los gobernantes en este periodo, principalmente en las carreteras porque es allí donde con mayor número se presentan los accidentes, muchos de ellos producto de la irresponsabilidad de los conductores por el exceso de velocidad y la mezcla con el efecto de bebidas alcohólicas, no obstante a las medidas de control adoptadas y divulgadas por las autoridades y los retenes que se despliegan por parte de la policía de carreteras.
Las estadísticas apuntan a que esta fecha es cuando tienen incremento significativo, los choques y volcamiento en las vías nacionales.
Otros por el contrario encontraran en los oficios y ceremonias religiosas un momento propicio para el reencuentro con su fe cristiana.
Es la época del año con mayor afluencia de creyentes a los templos, muchos de ellos presentaran sobrecupo.
La conmemoración del sacrifico de Jesucristo en la cruz atrae a la feligresía que acude con fervor, sin que falte el consabido sermón de las siete palabras a través del cual la iglesia católica específicamente hace sus pronunciamientos sobre la vida del cristiano y el acontecer diario a la luz de la fe.
El Papa Francisco desde Roma muy seguramente estará dedicado a enviar un mensaje con diversos matices a los miembros de la iglesia en estos días sugeridos para la reflexión.
En el ámbito local, el monumento al nazareno en el cerro del mismo nombre, en los estribos de la ciudadela de Atalaya, es donde se espera que lleguen muchos visitantes, propios y extraños, quienes en peregrinación se acercaran al lugar y para lo mismo la administración municipal habrá de dispensar las medidas necesarias de seguridad para brindar bienestar a quienes se acerquen a conocer el sitio o el desande los lleve por esa ruta.
El control de los vendedores ambulantes también debe incluirse en la agenda para que haya orden y el lugar luzca decoroso y atractivo.
Después de la semana santa nos reencontraremos para seguir de cerca el quehacer de la política criolla, su dinámica y todo cuanto tiene que ver con la campaña para elegir un nuevo presidente.
Por estos días reflexión y reposo no caen mal.