Un tema similar ocurre en García Herreros, uno de los barrios más jóvenes de la comuna 6, que aunque es considerado un espacio propicio gracias a la lucha de sus habitantes por conseguir buenos escenarios deportivos, se sienten aislados por todos los problemas de acceso y movilidad.
Es que el deterioro de calles y vías principales no es un problema ajeno a unos cuantos lugares, los huecos están en todas partes, en especial en donde menos deberían. Las zonas más transitadas son las que más riesgos generan a motorizados y automóviles, como en la intersección entre Guaimaral y Ciudad Jardín.
Pasan los meses y nadie parece responder a este talud de problema. Ah, los taludes, ese es otro tema. ¿Sabía que son? Así se le llama a las pendientes que se usan para dar respaldo a un muro o un terreno que podría colapsar en cualquier momento.
El barrio 28 de Febrero tiene bastantes de esos. O tiene a medias. El desconocimiento de las personas los ha llevado a tomar y cortar porciones de los taludes para levantar sus casas en terrenos del municipio.
A largo plazo, esto genera un riesgo por deslizamiento. Por fortuna, Planeación y Gestión del Riesgo ya visitaron los lugares y están comprometidos en crear mesas de trabajo en busca de soluciones conjuntas.