Hace tres décadas, en la Comuna 4 de Cúcuta, nació una ‘Nueva Esperanza’, un pequeño barrio compuesto por cuatro cuadras y un poco más de 500 habitantes. Nació como iniciativa del propietario de un extenso terreno, quien decidió dividirlo en lotes y venderlos a personas que, poco a poco, fueron construyendo sus viviendas en el lugar.
Fue la misma comunidad la que se encargó de organizar el barrio, pavimentar todas las vías y construir los sitios de recreación.
El centro de Nueva Esperanza fue el elegido para la sana diversión. Allí se encuentra un lote dedicado a la recreación de niños y adultos, cuenta con dos parques infantiles y un parque biosaludable, además de una cancha de tierra que es destinada para los partidos de fútbol del barrio.
Al lado de ese lote, se encuentra la Institución Educativa Hernando Acevedo, que le brinda educación a gran parte de los niños y jóvenes del sector.
“Todos los vecinos contribuyeron a que se cimentara el barrio que se ve hoy, fue muy organizado y eso trajo sus frutos de los que ahora disfrutamos en esta comunidad”, relató Álvaro Omar Vera, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC).
Además, consideran que viven en una zona céntrica, pues los recintos que no encuentran en el lugar, como iglesias y centros de salud, los pueden visitar en barrios aledaños de la Comuna 4.