Fundado el 26 de septiembre de 1984, Prados del Norte fue un proyecto de Viviendas y Valores para hogares bifamiliares. Inició como una urbanización compuesta por cuatro cuadras y una avenida principal, donde, desde aquellos tiempos, ya existía un fuerte auge comercial en la zona.
Ahora, este barrio se ha fortalecido comunitariamente gracias al trabajo inalcanzable de sus habitantes y el desarrollo económico de los negocios. Eran 3.000 familias, pero en la actualidad pasa las 8.600.
En su avenida principal posee numerosos y conocidos negocios de comidas rápidas, droguerías y tabernas, que suelen ser frecuentados durante las noches. Cada establecimiento está reglamentado y cumplen con horarios específicos.
Los habitantes aún recuerdan que la comunidad se reunía cada domingo para celebrar la eucaristía en el parque principal, en aquel entonces, nada más que un terreno baldío bajo un gigantesco árbol.
Fue luego que Viviendas y Valores les donó el terreno para la construcción de la iglesia. Sin embargo, con fondos recolectados por la comunidad a través de bingos, rifas y participación en la Teletón, se armó la estructura en obra negra, hasta que, en la administración de Donamarís Ramírez, recibieron ayudas para el salón parroquial.
Hace poco, el actual sacerdote, el padre William Ramón Santamaría trabajó de la mano con la comunidad en rifas y cenas navideñas, sumado a las donaciones generosas de personas pudientes de la urbanización, para transformar aquellos cimientos en lo que es hoy la Parroquia Inmaculado Corazón.
Por dentro, la iglesia posee el Sagrado Corazón y un oratorio. La Secretaría de Infraestructura les dio una mano con una base para mejorar la vía peatonal del lugar.
Escenarios deportivos
De acuerdo con Blanca Sanabria, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio, desde el año 2018 fue cuando el gobierno municipal y departamental tomó más en cuenta a Prados del Norte, después de casi 32 años en los que carecieron de escenarios deportivos.
Con la ayuda de Coldeportes Nacional, les adecuaron una cancha polideportiva multifuncional frente al conocido ‘Parque de los taxistas’, con biosaludables y parque para niños. Detrás, se halla un patinadero por el que siguen trabajando por remodelar, para lograr un encerramiento acorde del lugar. Luego, consiguieron una cancha de microfútbol y baloncesto.
Allí, todos los residentes pueden gozar de su uso, siempre y cuando no se alteren los horarios de las escuelas de iniciación deportiva de balonmano, con el profesor Diego García; baloncesto, con Rosa Corredor; microfútbol, a cargo de Nicolás Gamarra; y patinaje.
En límites con la urbanización Los Ángeles, se encuentra el Parque del Nim, un espacio verde y amplio que posee una zona de lectura y juegos de mesa como “ping-pong” y ajedrez.
El único problema con estos lugares es que, cada vez que se daña una lámpara, duran varias semanas sin luz, porque al ser una obra de la Gobernación, Alumbrado Público no puede responder debido a que aún no se les ha entregado la obra.
“La Gobernación dice que ya lo entregaron, pero que por el tipo de lámpara no hace parte de Alumbrado Público. Ahora esperamos que nos tomen en serio, porque cada vez que se daña una lámpara, nos toca comprarla a nosotros mismos”, agregó Sanabria.
Y a pesar de que cuenta con 5 escenarios deportivos, solo 2 han sido intervenidos. Uno de los que más los preocupa es el estado del ‘parque de tierra’, llamado así por la comunidad debido al estado en el que se encuentra. Allí la delincuencia ha hecho de las suyas con el robo de bancas y cableado eléctrico, y hasta el momento, tanto el Nim como el de tierra están sin iluminación.
Taxistas, comprometidos
Según la comunidad, el actual ‘parque de los taxistas’ era antes una zona gobernada por la oscuridad, que se prestaba para el consumo de drogas y relaciones sexuales al aire libre. A través del Área Metropolitana, lograron convertir el terreno en una zona pasiva.
Ahora, la comunidad se reúne allí para ejercicios de baja intensidad física, actividades de grupos de adultos mayores y bailoterapias que esperan reiniciar pronto.
Sin embargo, manifiestan que Aguas Kpital les cesó el servicio de agua en el parque desde hace mucho tiempo.
“Lo hicieron bajo el argumento de que, por una nueva reglamentación, las comunidades debían pagar por los servicios de los escenarios deportivos, pero nosotros somos una junta sin ánimo de lucro. Hemos apelado por acción popular, pero no hemos recibido respuesta”, puntualizó Sanabria.
Es el gremio de taxistas el que desde el inicio se ha apersonado de embellecer y mantener bajo cuidado el parque; lo riegan, lo podan y lo asean, a cambio de un espacio delimitado donde pueden parquear. También los vecinos que viven alrededor del parque se encargan de regar las zonas frente a sus casas.l actual gobierno local y municipal.
El problema dela estratificación
De acuerdo con Sanabria, la llegada del centro comercial Unicentro fue uno de los factores para que el estrato en la urbanización se disparara, algo que, según la comunidad, los ha afectado con los pagos de impuesto.
“Mantenemos ese dilema con Planeación Municipal y buscamos una revalorización en un solo estrato, porque cuando se fundó el barrio, iniciamos como estrato 3, ahora vamos en 5, al igual que los condominios. En una misma cuadra hay casas en 3, en 4 y en 5. Los recibos de los servicios nos llegan en sobrecosto y con la pandemia muchas personas se han visto afectadas”, manifestó la líder comunal.
Otras necesidades
Al ser Prados del Norte un barrio con múltiples entradas y salidas, por sus calles pasa tráfico de todo tipo.
En sus ocho puertas abiertas, si bien la vía principal fue recuperada en el 2016 luego de un avanzado deterioro, aún algunos sectores necesitan mejoras, pero las más afectadas son las calzadas de la avenida 2.
A la fecha, seis calles son mantenidas comunidad-gobierno.
Por otra parte, a falta de un salón comunal donde reunirse, gestionaron por medio de la administración pasada la adjudicación del 60% de un lote.
Ahora, mantienen viva la esperanza de que la construcción se haga realidad por medio de
Seguridad
Desde hace un tiempo atrás, residentes denuncian que Prados del Norte ha sido infiltrado por un grupo de delincuentes que se valen de los árboles para saltar a los techos de las casas y entrar a través de los balcones en los segundos pisos.
También han robado tapas de contadores o nomenclaturas, pero, ante un refuerzo a la seguridad privada mediante un enlace unificado de canales de comunicación, todos los vigilantes están alerta.
Y si algo extraordinario acontece, la misma comunidad informa, o por el grupo de Whatsapp con la Policía, o con el de los vecinos. Además, los cuadrantes de apoyo hacen presencia con frecuencia, situación que ha disminuido la inseguridad.