En un lapso de un año, la selección mexicana pasó de montar la racha de imbatibilidad más larga de su historia a sufrir su peor revés en un torneo oficial al ser goleado 7-0 por Chile en los cuartos de final de la Copa América Centenario. Se trata básicamente de los mismos jugadores y de un entrenador que en nueve meses en el puesto impuso otra marca al ganar nueve partidos consecutivos, entonces, ¿cómo es que México cruzó de lo que parecía sublime a lo ridículo en tan poco tiempo?
1. La racha de imbatibilidad estuvo sobredimensionada
Ningún jugador, entrenador o dirigente va a levantar la voz mientras un equipo no pierde. Pero durante esa racha de 22 partidos sin derrota que terminó el sábado por la noche en Santa Clara, los mexicanos solo enfrentaron a cuatro selecciones ubicadas dentro de las primeras 25 del mundo de acuerdo con las clasificaciones de la Fifa.
En sus encuentros previos antes de la humillante derrota, el equipo mexicano ya había dado muestras muy claras de que tenía graves problemas en la retaguardia, incluyendo el partido ante Jamaica por la segunda fecha del Grupo C donde la mala puntería del equipo caribeño evitó que el ‘Tri’ se llevara una sorpresa.
2. Las exageradas rotaciones de jugadores
En su primer trabajo como seleccionador de un país, el colombiano Juan Carlos Osorio está experimentando con una metodología poco ortodoxa al realizar numerosas rotaciones partido a partido que incluyeron un cambio de nueve jugadores entre el partido de Jamaica y el de Venezuela.
Quizá la fórmula podría funcionar si Osorio tuviera disponibles a los jugadores más tiempo como ocurre en un club. Pero en selección nacional, resulta evidente la falta de coordinación entre líneas con los constantes movimientos de jugadores.
Osorio no ha repetido una alineación desde que asumió el cargo y así es difícil crear equipos compactos que sepan y dominen un mismo esquema táctico, algo que también cambia partido a partido y dependiendo del rival.
3. La ausencia de Rafael Márquez
Aunque tiene 37 años, quedó claro que México sigue necesitando a Rafael Márquez en los grandes partidos y ese es un gran problema porque el ‘Patrón’, eterno capitán del ‘Tri’, no va a estar disponible para siempre.
Su ausencia en un partido como el del sábado parece inexplicable porque ya había recibido descanso ante Venezuela.
Si bien con Márquez en el campo, México difícilmente habría evitado una derrota ante el potente equipo chileno, dado que los otros 10 jugadores estuvieron lejos de su nivel, es muy probable que no hubiera sido por 7-0.
4. Los motivos de la goleada
Más allá del planteamiento táctico y las rotaciones, no toda la culpa de una histórica goleada en contra recae en los hombros de un entrenador. Los 11 jugadores que aparecieron como titulares ante Chile mostraron una atípica apatía e hicieron muy poco en cada línea. Al ataque, los mexicanos sólo generaron un tiro a puerta y su goleador Javier Hernández nunca recibió un buen pase para intentar algo.
Jesús Corona, que se lució con un golazo ante Venezuela, desapareció por la banda izquierda, mientras que por derecha Hirving Lozano fue combativo pero sin trascender.
Lo más sorprendente fue que México nunca pudo hacerse de la pelota con un medio campo conformado por el capitán Andrés Guardado, Héctor Herrera y Jesús Dueñas.
Atrás Héctor Moreno, considerado como el sucesor de Márquez, estuvo desatinado, lo mismo que Miguel Layún, un hombre que había brillado con el entrenador Miguel Herrera. Guillermo Ochoa pudo hacer más en el primer gol, pero en el resto habría dado lo mismo si el arquero hubiera sido él, Alfredo Talavera o Jesús Corona.
5. Lo que se viene
Para Juan Carlos Osorio terminó la luna de miel al sumar su primer fracaso porque, además de la goleada, la meta era alcanzar como mínimo la ronda de semifinales y no se logró.
El colombiano tiene a favor el tiempo para trabajar, pues los mexicanos de antemano se encuentran clasificados al hexagonal final de la Concacaf que arranca en 2017, y los dos partidos de eliminatoria que les restan este año son un mero trámite.
México ha dominado en Concacaf a pesar de las rotaciones continuas de jugadores, pero Osorio sabe que el verano próximo enfrentará de nueva cuenta a potencias durante la Copa Confederaciones de Rusia 2017 y ahí sí un nuevo fracaso podría poner en riesgo su continuidad en el banquillo azteca.
Nueva York | AP