Si algo ha tenido el fútbol nortesantandereano, es talento. Son muchos los jugadores que ha dado esta tierra y bastantes han llegado a ser profesionales, dejando huella en el campo de juego.

En las dos últimas décadas uno que brilló, se destacó, y que a sus 36 años decidió colgar los guayos, es el patiense Braynner Yesid García, quien está preparando su propio partido de despedida.

Antes de tomar la decisión intentó cerrar su carrera con el equipo de sus amores, el que lo lanzó al profesionalismo, pero no hubo un acuerdo con los directivos ni ofreciéndose a jugar gratis.

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En charla con La Opinión y con el sentimiento de la nostalgia, Braynner García explicó que el partido será el domingo 6 de noviembre, a las 6:00 de la tarde, en el estadio General Santander. Antes, 4:00 de la tarde, habrá un encuentro preliminar con equipos de la ciudad.

Vienen los campeones

En el partido de fondo estarán reunidos todos los jugadores que fueron campeones en 2006 y semifinalistas de la Copa Libertadores de América, equipos que serán dirigidos por los técnicos Jorge Luis Pinto y Jorge Luis Bernal.

Esta iniciativa del partido de despedida “nace de seguir luchando por los jugadores de la región de llevar un equipo al Torneo de La Marte en Bucaramanga, pero eso tiene una serie costos y gastos altos y por ello hemos pensado traer a todos los muchachos. Ojalá la gente me pueda acompañar en una noche especial para mí, porque va a ser la última vez que vista la camisa del Cúcuta Deportivo”, afirmó el exfutbolista.

Mucho camino

Braynner hizo una remembranza de lo que fueron sus inicios en el fútbol hasta el final de su carrera como jugador profesional. Además de jugar en el Cúcuta, estuvo con otros equipos.

Hizo parte de la selección Colombia, teniendo como entrenador a Jorge Luis Pinto, a quien considera como un papá y terminó su ciclo profesional en el Unión Magdalena en 2020.

“Cumplí 17 años de  mi carrera profesional, empecé en 2004, con el Chía FC, luego vine al Cúcuta Deportivo en 2005 (año en el que ayudó a ascender al equipo), estuve 2006, 2007, 2008 y 2009. Luego tuve la posibilidad de jugar cuatro años con Atlético Junior y de ahí me fui a Perú, a jugar con Universitario de Deportes, uno de los clubes grandes de ese país, en 2015 y 2016”, reseñó el nortesantandereano, que hace varios meses se graduó como entrenador de fútbol.

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García tiene licencia A-B y Pro, que le permite dirigir a nivel profesional. Los estudios los realizó en la Universidad de San Buenaventura, en Cali.

Uno de los grandes recuerdos que lleva con orgullo, Braynner, es haber sido campeón del fútbol  colombiano con el equipo de su tierra. 

La tierra llama

Tras su periplo por tierras incas, su conexión con su tierra natal lo trajo para volver a jugar con el ‘Doblemente Glorioso’, un verdadero amor incondicional.

“Después de mi paso por Perú volví a mi tierra y jugué otra vez con el equipo que me dio todo. Competí de 2017 hasta 2019 y en 2020 me fui al Unión Magdalena, donde cerré mi carrera deportiva”, recordó.

Los inicios

Haciendo un retroceso en su vida de adolecente, Braynner relató que se formó más en la calle, pero el equipo “que me puso a jugar fue Flamengo, de la ciudadela Juan Atalaya, que lo dirigía Jorge Buitrago, eso fue en 2002, 2003. Pero más temprano comencé con Álvaro Contreras Serpa, en Coveadse, del barrio San Eduardo”.

Como todo niño o joven que juega al fútbol, su deseo era ser un delantero goleador, pero Braynner terminó siendo defensa.

“Yo era delantero en liga. Pero cierto día faltó un defensa y el profe Contreras me puso ahí para que cubriera esa posición, como anécdota perdimos 6-0 ese día contra el equipo los hermanos Briseño Óscar y Daniel, hoy retirados)”, recordó García.

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Braynner también sostuvo que, al otro día de ese partido, Álvaro, en el entrenamiento, le dijo que se animara a jugar como defensor. “Pero dentro de mí me decía: este señor está  loco. Acabamos de perder 6-0 y me dice que puedo jugar bien de defensa. La verdad no lo entendía, pero poco a poco le fui agarrando amor a la posición y gracias a Dios, el profe Álvaro tenía razón, en esa posición me consolidé a nivel profesional”.

El único equipo internacional en el que jugó Braynner García fue el Universitario de Deportes del Perú.

La llama del Cúcuta

Con la debacle del Cúcuta en 2020, tras la liquidación del equipo por la  Superintendencia de Sociedades, y el que nadie hacía nada, Braynner se puso en la función de ser un ‘salvador’ literal, en mantener viva esa llama de que el Cúcuta no podía morir así como así. “Entonces cierto día me dije: no puedo quedarme como si nada, esperando que el Cúcuta desaparezca”.

El exjugador del Cúcuta aseguró que, “legalmente no podía hacer nada, no iba a salvar el equipo, pero anímica y emocionalmente si tenía que darle la oportunidad de que se mantuviera vivo y empecé a convocar jugadores, busqué uniformes, partidos, arreglé el bus, de una u otra forma hice mi esfuerzo, tenía unos ahorros, lleve al equipo a municipios donde nunca había ido, fuimos a muchos pueblos, donde la gente nos ayudó y decirle a toda esas personas que el Cúcuta Deportivo no murió en 2021. Los alcaldes nos ayudaron, se  luchó porque el equipo siguiera vivo. Todo lo hice sin ningún interés, lo hice de corazón y por el amor que le tengo al equipo”.

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