Una cadena de duros golpes ha sufrido el Cúcuta Deportivo en las últimas semanas. Ahora, su crisis parece llevarlo al abismo cada vez más. El nuevo embate fue propinado por la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano que ayer, en una Asamblea, determinó que el equipo rojinegro debía ser desafiliado.
Sus motivos aducen a que la institución fronteriza más querida por los cucuteños, se encuentra sumida en el proceso de liquidación judicial y tiene su reconocimiento deportivo suspendido.
“Se informa que en virtud de la decisión de la Superintendencia de Sociedades del pasado 11 de noviembre de 2020, de decretar la apertura del proceso de liquidación judicial del Cúcuta Deportivo F.C; y de la decisión del Ministerio del Deporte de suspender el reconocimiento deportivo del Cúcuta Deportivo F.C, la Asamblea de Clubes Afiliados a Dimayor, decidió que, en el marco de las consecuencias jurídicas previstas en los estatutos de Dimayor, la reglamentación aplicable y en la Ley 49 de 1993, se ratificara la desafiliación del Cúcuta Deportivo F.C. S.A. en liquidación de la Dimayor”, anunció el ente por medio de un comunicado.
Esta decisión, excluye al Cúcuta Deportivo de toda participación de competencias de la Dimayor y los derechos de pertenecer a la misma; entre ellos, el pago por los derechos de televisión.
Una decisión drástica e injusta
Horas antes de que iniciara la Asamblea, que se hizo desde la virtualidad, la Superintendencia de Sociedades le autorizó al equipo rojinegro empezar a desarrollar su objeto social (jugar al fútbol) por cuatro meses.
Este aval se logró gracias a las distintas solicitudes que le hicieron al ente a cargo de la liquidación, comprendiendo que jugando el Cúcuta podría, entre otras razones, conservar los contratos de los deportistas y generar flujo de caja para empezar a pagarle a los acreedores.
Con esta autorización lista, el motilón llegaba a la Asamblea a la espera de que el Ministerio del Deporte le resolviera la solicitud del regreso del reconocimiento deportivo, enviada el pasado martes con carácter de extrema urgencia.
Esta solicitud fue enviada por el liquidador Arturo Acosta Villaveces, quien argumentó que la acreencia que llevó a la suspensión fue generada en el proceso de reorganización empresarial (anterior a la liquidación) y que las deudas que a hoy tenía el equipo, debían ser graduadas y calificadas nuevamente.
El mismo día, Acosta envió un comunicado a Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor, pidiendo disculpas por los malos manejos y problemas generados en los últimos meses.
“He venido a ponerle orden a la casa, reordenar sus planes y presupuestos, de cara a normalizar sus relaciones y pagos, pues el propósito del Gobierno, al igual que el mío, es mantener en marcha la unidad económica deportiva conocida como el Cúcuta Deportivo Fútbol Club S.A”, señaló en un aparto el liquidador.
Del mismo modo explicó que el orden de liquidar es un mecanismo que permite hacer “un alto en el camino para no seguir dando tumbos”.
“Se concentra en darle a su unidad económica productiva un ‘segundo tiempo’, con miras a reactivar los contratos que resulten acordes con su presupuesto y su interés primigenio de seguir compitiendo en la liga”, expresó el liquidador.
A razón de estar recién llegado al club y que no conoce los antecedentes de la relación con la Dimayor, Acosta Villaveces dejó en manos de Misael Zambrano, el abogado al servicio del Instituto Municipal para la Recreación y Deportes (IMRD), la actuación en la Asamblea.
Para sorpresa de todos los hinchas rojinegros, cuando Zambrano intentó ingresar a la reunión, su acceso no fue permitido quedando el Cúcuta sin representante, dejando a suerte la determinación de los presidentes de los 35 equipos restantes.
La injusticia de esta acción parte en que el Deportivo Pereira, que está en proceso de liquidación desde hace siete años, no se le ha medido con la misma vara.
Si bien es cierto que el Cúcuta se encuentra con su reconocimiento deportivo suspendido por el no pago de obligaciones laborales entre el 31 de diciembre del 2018 y el 31 de agosto del 2019, estas deudas fueron causadas y generadas por José Augusto Cadena cuando el equipo se encontraba en reorganización empresarial, impidiendo un plazo de tiempo prudente para que el liquidador pudiera resolver, recordando que el mismo se posesionó la semana pasada.
Zambrano posteó que la Dimayor de forma arbitraria y violentando el debido proceso, desafilió al Cúcuta Deportivo.
“Autoridades gubernamentales en cabeza de Ernesto Lucena (Ministro del Deporte) intervengan y protejan el deportes, una hinchada y una ciudad como Cúcuta, que es Colombia”, expresó el jurista.
En otro trino, volvió a reclamarle al ministro.
“Ministro, inaudito que Supersociedades en una actuación más compleja profirió auto permitiendo la reactivación del objeto social del Cúcuta Deportivo y el Ministerio del Deporte está en mora de resolver la revocatoria directa de las sanciones impuestas. Proteja el deporte. Se protege es a los malos dirigentes, no a las instituciones”, señaló.
Este derecho de afiliación quedaría en manos de la Dimayor, la cual podría volver a venderla a Cadena.
Es una medida que cobija a Cadena
Oscar Montes Ararat, director del IMRD (uno de los acreedores del Cúcuta), aseguró que es una medida que cobija a Cadena.
“Es una medida que de alguna u otra manera cobija a Cadena. No es lo que esperábamos. Siento que es injusta, que no se la merece la hinchada del Cúcuta Deportivo, la fantástica plaza de Cúcuta, la hinchada hasta los mismos patrocinadores de la Dimayor. No pensaron en Win Sports ni Betplay”, dijo Montes quien ha buscado soluciones para el motilón.
Sobre el accionar a seguir dijo que se resolverá en conjunto con el alcalde Jairo Yáñez ya que hay muchos perjudicados, entre ellos los acreedores quienes verían como las deudas quedan insolutos pues la masa, que se concentraba en la ficha, no existiría ya.
“Es un proceso que va a ser difícil, por pasajes doloroso. Hay que luchar, esperamos que el equipo encuentre una salida. No lo veo como que el Cúcuta se haya extinguido para siempre. La historia no la tiene la ficha, está resguardad en los colores, el escudo, la hinchada, el estadio, la ciudad. Son 96 años construyendo al Cúcuta Deportivo”, continuó en dialogo con La Opinión.
De igual forma, envió un mensaje de unión para los hinchas motilones.
“No podemos bajarnos del bus ahora. Queda mucho camino por recorrer. Al final de todo este ejercicio, el balance será positivo. El rojinegro no va a desaparecer por no tener la ficha en este momento. Sigue el nombre del Cúcuta Deportivo en pie, esto no se va acabar de la noche a la mañana. Estoy convencido de que el fútbol volverá por todo lo alto a Cúcuta”, aseguró el director.
Por su parte, Arnulfo Sánchez Dueñas, exdirector del Instituto, aseguró que de ser necesario el caso se llevará a instancias internacionales.
Al consultarle a la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), sobre que accionar tomaría, respondieron que “seguiremos recurriendo a las autoridades”.
También se espera la respuesta por parte de Acosta Villaveces que ha hoy es la cabeza de la empresa Cúcuta Deportivo, como representante legal.
En reacción a la determinación, los jugadores se pronunciaron.
Gilberto ‘Alcatraz’ García escribió en sus redes “Murió el Cúcuta Deportivo 25 de noviembre de 2020. Una tristeza inmensa por toda la gente que ama y respeta al Cúcuta. Esta ciudad y esta gente no merece esto. A los pocos que disfrutan, tranquilos que todo en la vida se devuelve de una u otra manera”. García, además, agregó un emoticón de una rata y una bolsa de dinero.
Al igual que Alcatraz, el guardameta Esteban Giraldo escribió: “y quién nos responde a nosotoros? quedamos en medio del tiroteo”.
Los juveniles de la institución compartieron imágenes de los juegos de este semestre incrustando un corazón roto.
Otras de las medidas tomadas en la Asamblea, fueron que en la primera división se jugará hasta junio del 2021 con 19 equipos.
Después de ese momento solo descendería un equipo, que se sumaría al Cúcuta, comprendiendo que ya no jugaría. El club restante para la B lo estarían buscando.