Por el Cúcuta Deportivo han desfilado entrenadores de diversas nacionalidades y de las regiones de Colombia, desde que fue fundado en 1949. Muchos tuvieron y vivieron buenos momentos, pero muy pocos los gloriosos.
Lo anecdótico es que son contados con los dedos de la mano los técnicos nortesantandereanos que se han sentado en el banco motilón. Como dicen por ahí: En casa de herrero, azadón de palo.
Entre ellos, como encargados, el mundialista Rolando Serrano, Álvaro Contreras Serpa, Germán ´Burrito´ González, y en propiedad, Carlos Eduardo Hernández.
Ahora, y después de muchos años, un hombre nacido en la corajuda y guerrera tierra de los motilones, Miguel Augusto ‘El Nano’ Prince se pone al frente del “doblemente glorioso”, con el reto de ascenderlo a la Primera A.
Prince es un hombre curtido de fútbol que le ha dedicado 41 años de vida, de los cuales 17 como futbolista.
Sobresalió como un defensor fuerte y recio en el Atlético Bucaramanga, Millonarios y América de Cali, hoy en la primera B.
Se le recuerda por su destacada actuación como defensa central, la potencia que mostraba en el juego aéreo y la asfixiante marca hombre a hombre que ejercía el ocañero que llevaba el número seis en su camiseta.
Además, estuvo en las selecciones Colombia, juvenil y mayores. Jugó ocho partidos de clasificación para las copas mundiales de fútbol de 1982 y 1986.
Hizo parte de la selección Norte Santander en 1973, cuando despuntaba en el fútbol en Ocaña.
Después esos viajes a la capital de Santander donde solía ir a jugar los torneos de pelao fue reclutado por el técnico uruguayo Víctor Pignarelli quien lo llevó al Atlético Bucaramanga donde inició su carrera de futbolista hasta 1989 cuando colgó los guayos para meterse en el rol de entrenador.
Pero ¿cómo fue? y ¿cómo ha sido ese proceso de futbolista y entrenador?
El jugador
En diálogo con La Opinión ‘El Nano’ reseñó apartes de su vida deportiva.
-Lo que les puedo decir es que hice una carrera muy linda, digna, saqué una familia adelante. Fueron 17 años como jugador en tres equipos: Bucaramanga, América y Millonarios, siempre de titular, capitán y ocho selecciones Colombia.
Indicó sentirse orgulloso de ser nortesantandereano a pesar de que nunca jugó en el Cúcuta Deportivo.
-Me siento feliz de mi tierra Norte de Santander, porque también llevé la bandera en representación de Ocaña, de Cúcuta y del departamento cuando estuve en las selecciones Colombia.
Sin embargo, la historia dice que por una lesión estuvo a punto de abandonar el fútbol, pero pudieron más las ganas y el tesón que la enfermedad.
Si alguna vez se excedió en la marca contra algún rival, el ‘Nano’ dijo: “Como todo, pienso que enfrenté muchos jugadores buenos, tanto colombianos como extranjeros. Muchas veces gané, en otras perdí porque así es el fútbol, pero sí, fui un central que me hice respetar con mucho profesionalismo sin lesionar a nadie.
-Hice respetar mi puesto. Los técnicos me mandaban al campo a hacer un trabajo y lo cumplía, con eso era feliz. El técnico era feliz y fuimos campeones varias veces.
Recalcó que el futbolista debe dar y dejar todo en la cancha algo que siempre lo caracterizó.
-Pienso que aportamos algo y cada jugador debe aportar lo que tiene. Si es habilidoso, aporte eso. Si es fuerte igual, porque en el fútbol se necesita todo tipo de jugador. No todos pueden ser señoritas (risas…)
Y enfatizó que “en el campo debe haber un maloso y a mí la fama que tuve y el prestigio es por mi trabajo que hice”, admitió el técnico de los motilones.
Eso si reseñó que el jugador más difícil que le tocó marcar fue a Willington Ortiz.
El entrenador
Como entrenador ha vivido diferentes etapas y el mejor momento lo tuvo con Millonarios, con el que aparte ser campeón como futbolista, (1987-1988), obtuvo el subtítulo en 1995-96, en el Torneo Nivelación clasificando a los albiazules a la Copa Libertadores de América.
Pero después de dirigir a los embajadores y a otros tantos clubes, debió esperar 24 años para dirigir al equipo de la tierra que lo vio nacer.
¿Por qué tanto tiempo?
-Es una pregunta sabrosita. Inicié en el Bucaramanga, pero ¿por qué allá y no acá con las selecciones Norte?
-Estuve en las selecciones Norte de 1973. Fuimos a Boyacá, regresé acá y me fui para Ocaña y a los tres días Víctor Pignarelli me vio y me llevó para el Bucaramanga, porque él era el técnico en ese entonces.
-Me gané la lotería ahí (risas…) Son cosas en la vida y vea lo importante que es hoy ser el entrenador del Cúcuta Deportivo.
-Me hubiera gustado ser jugador también en esa época (1970 y 1980), porque soy de la tierrita. Que se me dio la oportunidad de hacer mi carrera y triunfar en otro lado, bueno, pero sigo siendo nortesantandereano.
No obstante, ‘El Nano’ Prince añora y sueña con ser campeón en la A como entrenador, posibilidad que tuvo muy cerca con Millonarios.
-Sí, me hace falta eso, ser campeón en la A, como entrenador. En la B, llevo dos títulos y un ascenso, entonces espero subir al Cúcuta y ojalá ser campeón con el equipo de mi tierra, pero en la A.
-Sin embargo, para ello tengo que salir primero campeón de la B, y como nortesantandereano que soy a pesar de que no jugué aquí pienso que debo tener algo de sentido de pertenencia.