En el momento en que los viajeros ingresan al aeropuerto internacional Camilo Daza, los policías, uniformados y de civil, de la compañía Antinarcóticos de la región 5, que están dispersos a lo largo y ancho de la terminal, activan su instinto para detectar posibles ‘mulas’ al servicio del narcotráfico en esta zona del país.
Sudoración extraña debido al nerviosismo, consumo excesivo de líquido o tratar de evadir preguntas simples, son señales de que una persona puede llevar consigo drogas.
La revisión de los uniformados es monitoreada con un sistema de cámaras de seguridad que es vigilado constantemente por analistas expertos en una sala indicada para la revisión de los viajeros.
Además, los controles con escáner de las personas y de las maletas permiten identificar estructuras adaptadas a los elementos de viaje y en el cuerpo de los viajeros.
La ayuda de un canino antinarcóticos es indispensable en la labor de los uniformados que están tras la búsqueda de los viajes contaminados (cargados con droga).
La señal del animal es ciento por ciento efectiva. Cuando el canino se sienta al lado de una maleta o de una persona, indica que hay rastros de algún estupefaciente.
El comandante de la compañía Antinarcóticos, coronel John Chavarro, aseguró que los encargados de la seguridad aeroportuaria son uniformados altamente capacitados y entrenados para detectar ‘mulas’ y cargamentos de droga.
“Hay un estudio previo; se tienen perfiles que hacen que de forma oportuna se empiece a ser más sensible para detectar estas situaciones”, dijo el oficial.
Chavarro indicó que en el aeropuerto de Cúcuta se ha incautado clorhidrato de cocaína y heroína.
Dijo que una persona puede llevar hasta un kilo de cocaína, dependiendo de la capacidad.
Sin embargo, comúnmente se descubren mulas con 450 gramos o 500.
El oficial enfatizó en el riesgo que corren estas personas si una de las cápsulas con droga se les estalla en el estómago: la muerte, por sobredosis, puede llegar en apenas 15 minutos.
Entre las incautaciones hechas por Antinarcóticos en los aeropuertos de Cúcuta y Bucaramanga figuran 12 kilos de cocaína en 2014 con igual número de personas capturadas.
En el 2015 se incautaron 25 kilos de cocaína, tres de heroína y diez fueron personas detenidas.
Mientras que en 2016 fueron incautados más de 4 kilos de cocaína.
Las ‘mulas’ no tienen un estrato social definido.
En febrero de 2016, la Policía Antinarcóticos capturó en el aeropuerto Camilo Daza a Jhonnatan Estiven Sánchez Saldaña, de 21 años y excandidato al Concejo de Cúcuta, cuando pretendía viajar con 3,4 kilos de cocaína camuflados en dos alfombras y 500 dólares en efectivo. El destino de Sánchez era México.
En esta captura fue imprescindible la intervención de un perro antinarcóticos. La droga fue valorada en más de 15 millones de pesos.
Otro caso muy recordado en la ciudad fue la detención en octubre de 2015 de una familia conformada por Evaristo Martínez Díaz, de 67 años, Damarys Rodríguez, su compañera sentimental, de 39; su hijastra de 16 y su hijastro Camilo Rodríguez.
Martínez ingirió 34 dediles de heroína, su hijastra tenía 24 de cocaína; Damarys cargaba 15 también de coca, mientras que su hijastro se tragó 18 cápsulas de heroína.
En total, la familia llevaba 2.077 gramos de heroína y 1.217 de clorhidrato de cocaína, valorados en 100.000 dólares en Centroamérica.
La compañía Antinarcóticos reforzó los controles para contrarrestar el accionar de los grupos armados al servicio del narcotráfico que constantemente buscan ‘mulas’ para mantener su negocio.
Asimismo, las autoridades resaltaron que la estructura aeroportuaria tiene la capacidad humana suficiente para combatir el flujo de viajeros que pretenden burlar los controles de la Policía.