A pesar de la inseguridad, el pésimo estado de la malla vial y la falta de alumbrado público en algunos escenarios deportivos, la comunidad de Claret le sigue apostando al embellecimiento de su barrio.
En articulación con la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), adelntan algunas actividades de limpieza en las zonas de esparcimiento.
Jesús Enrique Arias, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), señaló que dichas actividades están enfocadas en escenarios como parques, comedor infantil y el mercado del barrio.
“Estamos pintando, arreglando y haciéndole mantenimiento a estas zonas con el objetivo de preservar los espacios tan preciados para nosotros como residentes de Claret”, afirmó.
Las jornadas de limpieza comenzaron hace dos años y según el líder comunal, los miembros de la comunidad participan activamente en cada una de estas actividades, “por eso la mayoría de nuestros parques se encuentran en buen estado”.
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Arias informó que entre toda la comunidad recogen fondos para realizar un mantenimiento general al parque principal de Claret, lo cual ocurre cada ocho meses, debido a que “siempre se va mucho dinero porque hay que podar los árboles que son muy altos”.
Cabe destacar que el rol que juega la Policía en estas actividades es el de brindar seguridad a los miembros de la comunidad, para evitar que sean víctimas de robos mientras están barriendo los escenarios comunales.
Asimismo, durante la limpieza, los oficiales hacen charlas preventivas a los jóvenes sobre el consumo de drogas, el alcohol y los malos hábitos, algo que para Arias “está muy bien, pues entre más jóvenes conozcan los riesgos de las sustancias alucinógenas, es mejor para ellos”.
Recuperación del comedor infantil
Uno de los logros más importantes para la comunidad fue la recuperación del comedor infantil que se encontraba abandonado.
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Esta noticia positiva se dio gracias al esfuerzo de JAC, quienes lograron la instalación de los servicios de agua y luz, además de acondicionar el comedor para ponerlo al servicio de la comunidad nuevamente.
Allí se hacen cursos de la mano con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), y tanto adultos como jóvenes, se capacitan en las áreas que más les gusten. “Esta semana empezamos el curso de panadería que tendrá una duración de 48 horas”, contó Arias.
Cada ocho días también se reúnen con los adultos mayores del barrio para hacer cursos, manualidades u otro tipo de actividades que permiten a esta población compartir un rato ameno y disfrutar de su vejez.
Redacción: Nicolás Mojica
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