Durante el conversatorio ‘Ciudad de frontera: los jóvenes sueñan una Cúcuta diferente’, líderes y lideresas juveniles de organizaciones sociales, el gremio empresarial, migrantes y sectores políticos hablaron de sus propuestas para construir una agenda social que permitan enfrentar los retos en Norte de Santander
Durante la actividad organizada en el auditorio Eustorgio Colmenares Baptista de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS) por El Espectador, con el apoyo del diario La Opinión y el embajador de Alemania, Peter Ptassek; se analizó cómo el conflicto armado ha tocado a los muchachos.
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Junior Maldonado, integrante de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), resaltó que hay una reconfiguración de la guerra, no solo en el departamento, sino en otras regiones de Colombia, que ha llevado a una disputa por el control de la frontera con Venezuela.
“Hace años veíamos la guerra en las montañas de Tibú y del Catatumbo, pero hoy la guerra ya está en el área metropolitana de Cúcuta; esto se debe al reacomodo de los grupos armados ilegales. Y hay varios factores fenómenos que ha incidido como el aumento de los cultivos ilícitos, los cuales han llegado a la zona rural de Cúcuta. Hay unas disputas por las rentas que esos cultivos generan”.
Para Emely Alexandra Meneses Prieto, presidenta del Consejo Municipal de la Juventud de Cúcuta por el Partido Conservador, la guerra está atrasando al país. Además, señaló que, ante las elecciones que están por desarrollarse, “están usando la violencia para manipular las decisiones de los jóvenes y el resto de la ciudadanía”.
“Se siente ese miedo y de inseguridad, para que muchos jóvenes no están tomando decisiones propias, sino siendo llevados por otros”, afirmó.
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Según Kelly Ibañez, lideresa juvenil e integrante de la Fundación Moiras, el panorama de la guerra incide en los jóvenes, quienes son reclutados por grupos armados ilegales y legales. “Entran más pelados al Ejército que a las universidades del país. Somos reclutados por la necesidad y la falta de oportunidades, porque ingresar a un grupo armado da garantías de sobrevivir”.
Laura Camila Rangel Reyes, subdirectora de 5ta con 5ta Crew, sostuvo que el conflicto armado ha afectado a todos, y a las mujeres en particular, e insistió en que la necesidad de verdad de construir paz juntos. Recalcó que dialogar permite llegar acuerdo entre personas que no piensan de la misma manera, por lo que es importante este tipo de acciones, porque no se pueden seguir hablando con quienes tienen el mismo pensamiento.
Yván Bustos, venezolano migrante y estudiante de Comunicación Social de la UFPS, quien ha venido desarrollando una labor social por los migrantes, agregó que desafortunadamente el conflicto colombiano ha tocado a esta población vulnerable.
De acuerdo con Francisco Unda, gerente de la ANDI en Norte de Santander, la violencia y el terrorismo no son nuevos en este territorio y que su recrudecimiento hace que sean más difíciles los escenarios de diálogo y los procesos de desarrollo.
¿Qué necesitan los jóvenes hoy?
Kelly Ibañez manifestó que las necesidades más sentidas en la juventud son el acceso a la educación y empleo. Añadió que los territorios en donde Moiras ha desarrollado su labor, se han dado cuenta de que hay muchos jóvenes sin acceso a la educación.
“No solo es hablar de la universidad, también en educación media y primaria. Se hace necesario crear políticas públicas y estrategias sociales que permitan a los jóvenes terminar su bachillerato, para que puedan empezar una vida laboral o el camino de la formación”. En cuanto a empleo, Ibañez aseguro que es imprescindible impulsar para el primer empleo.
Emily Meneses manifestó que la educación debe adaptarse a los cambios que está teniendo el mundo. También expresó que Cúcuta y Norte de Santander carecen de empresa, por lo tanto es difícil así generar empelo cuando no hay empresas, por eso cree que una de las apuestas de ser el apoyo al emprendimiento.
Junior Maldonado recordó que la juventud del Catatumbo no tiene esperanza y que por lo tanto la Universidad del Catatumbo debe ser una realidad pronto, que no siga siendo solo un proyecto.
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