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Cúcuta
Escasez de mano de obra, un dolor de cabeza para los productores de café en Norte de Santander
Cada vez hay menos gente interesada en trabajar en el campo.
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María José
María José Salcedo
Lunes, 3 de Marzo de 2025

La segunda edición de la Cuna del Café fue la ocasión propicia para que productores de Norte de Santander dieran a conocer el resultado de un trabajo de años, en los que con base a la constancia, dedicación y amor por el campo han logrado sostener una tradición que distingue al departamento y al país en el mundo.

Pero además de compartir historias de éxito, los caficultores también intercambiaron experiencias en torno a las dificultades que enfrentan y que pudieran amenazar la prosperidad del negocio.

Y es que en la delicada cadena productiva del café, no solo es el tipo de grano, el suelo y las condiciones atmosféricas los factores que determinan el éxito de un cultivo, sino también la mano de obra que interviene sobre todo en la recolección de la cosecha.

Al respecto Julio César Jaime, presidente del Consejo de Administración de Cooperacafé (Cooperativa de Caficultores del Catatumbo), señaló que actualmente la poca disponibilidad de mano de obra es una de las principales preocupaciones de los productores de café y aunque han comenzado a surgir alternativas tecnológicas, hay detalles que dependen del criterio humano.


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“El fenómeno es muy claro: la gente no quiere estar en el campo”, afirmó Jaime, quien atribuye esta situación al menosprecio que está teniendo la labor del campesino incluso al interior de las propias familias, pues “los padres mandan a sus hijos a la ciudad  para que no ‘sufran’ lo que ellos sufrieron, y normalmente no vuelven”, dijo.

Por otra parte, señala la baja tasa de natalidad, así “en las familias de antes había entre seis y 10 hijos; ahora con suerte tienen uno o dos, y otros prefieren tener mascotas. Todo eso hace que haya menos mano de obra”, apuntó.
 
Anibal Flórez, productor de café de Salazar de Las Palmas, el municipio pionero de la caficultura en Colombia, fue uno de los que se refirió a este problema. “Cuando vamos a recoger cosecha necesitamos como 10 personas y ya últimamente es un problema para conseguirlas”, señaló el caficultor.

El impacto del desplazamiento

El desplazamiento forzado que tuvo lugar en el último mes en el Catatumbo, consecuencia de la alteración del orden público, tras la escalada de violencia de los grupos armados al margen de la ley, ha sido otro de los factores que han impactado la disponibilidad de mano de obra en esa región del departamento.
 
“Afortunadamente, ya prácticamente se había acabado la recolección de la cosecha en el momento en que inició el conflicto, pero sí encontramos algunos cafeteros que nos dicen que algunos de los que trabajaban con ellos salieron desplazados y no encuentran cómo sustituirlos”, dijo el representante de Cooperacafé.

Señaló que la mayoría de municipios del Catatumbo recogieron sus cosechas entre octubre y enero, sin embargo, hay otros como San Calixto y Hacarí que deben hacerlo entre marzo y abril, “son los productores de esas zonas los que esperan que se normalice más la situación, sino sí pudieran verse impactados por la situación”.

La tecnología ¿Aliada hasta qué punto?

Frente al reto que supone la escasez de mano de obra, Julio César Jaime señaló que entre las posibilidades que se están explorando para superar esta dificultad se encuentra la incorporación de herramientas tecnológicas.

Destacó que Cenicafé (Centro Nacional de Investigación del Café) está trabajando en una máquina para recoger la cosecha. “Hablan de la derribadora, es un sistema mecánico a través del cual se ejerce vibración sobre la planta para que caiga el fruto maduro”, explicó Jaime.


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Señaló que en países como Brasil ya todo se hace mecánicamente y que en Norte de Santander, de los 17.000 productores de café, alrededor de 200 han comenzado a incorporar herramientas tecnológicas a su cadena de producción.

No obstante, indicó que esta mecanización podría afectar el resultado final del producto, alterando la calidad del producto.

La recolección manual da la seguridad de que se va a aprovechar el fruto maduro del café, que es el que da buen sabor; la máquina no distingue y puede recoger maduros y verdes, y al procesarlo este último daña el sabor del café, así como sus beneficios. Eso es algo que veremos más adelante”, señaló.

La Cuna del Café.
 
Producción de café se normaliza en el Catatumbo

Luego de una semana de paralización, por la crisis de inseguridad que provocó la reanudación de las confrontaciones entre las guerrillas de las disidencias de las Farc y el Eln, la producción de café en el Catatumbo se ha ido normalizando poco a poco, según afirmó Julio César Jaime, presidente del Consejo de Administración de Cooperacafé (Cooperativa de Caficultores del Catatumbo).

“La primera semana del conflicto decidimos cerrar las agencias de compra que están en Convención, Hacarí, San Calixto, Ábrego, El Carmen, Sardinata, El Tarra y Tibú, pero ya hemos ido abriendo nuevamente, a excepción de las dos últimas”, dijo.

Explicó que la principal afectación ha sido de tipo logístico, porque si bien tras la reapertura de las agencias siguieron comprando el producto a los caficultores, presentaban el inconveniente en el transporte de las cargas, lo que provocó que las agencias se llenaran con el producto “por lo que decidimos asumir el riesgo”, dijo el también representante del Comité de Caficultores de la Provincia de Ocaña.


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Destacó que en ningún momento han recibido amenazas de los actores armados en conflicto y que el riesgo más importante es que se presente algún robo por parte de la delincuencia común.

Recordó que el Catatumbo es responsable del 35 por ciento de la producción total de Norte de Santander, que el año pasado estuvo por el orden de los 26 millones de kilos, es decir, que su aporte estuvo alrededor de los nueve millones de kilos.

La Cuna del Café.
 
“Hemos sentido el alza del café”

Desde finales del año pasado el café viene experimentando un alza en su cotización, dada la crisis que atraviesan Brasil y Vietnam por cuenta del cambio climático. Esta variación de precios ha favorecido a los productores colombianos, y en consecuencia a los de Norte de Santander.

“Indudablemente, la mayoría de los cafeteros hemos sentido el alza al café”, asegura el representante de Cooperacafé. Aseguró que este inicio de año ha sido muy positivo, en contraste con el mismo periodo de 2024, cuando “estábamos perdiendo plata”, dijo.


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Señaló que hace un año la carga de café (125 kilos) estaba por el orden de los 1.3 o 1.4 millones de pesos, mientras que desde el pasado mes de octubre los precios han estado por encima de los 2.5 millones y algunos días ha llegado a alcanzar picos de hasta 3.5 millones de pesos.

Esa revalorización del producto le permitirá a los caficultores mejorar sus cultivos, sobre todo cuando la línea este año desde la Federación Nacional de Cafeteros es fortalecer la fertilización de los cultivos, justamente para registrar incrementos en las cosechas y seguir aprovechando el alza en los precios.  

“El año pasado fue un muy buen año, pues vendimos 16 millones de kilos, un 35 por ciento más que 2023; para este 2025 la meta fijada está en 15 millones de kilos”, dijo Jaime.


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