El estado y la operación de 17 puestos de salud o IPS de la ESE Imsalud en Cúcuta no es la mejor y ese panorama tiene desatado el malestar entre usuarios, dirigentes comunales y veedores de la salud.
“El abandono de las IPS puede derivarse de la inexistente solvencia económica. Los puestos de salud tienen unos costos fijos que son necesarios para su funcionamiento constante”, señaló Aristides Hernández, presidente regional en Norte de Santander de la Asociación de Trabajadores de la Salud (Anthoc).
Algunas zonas en las que están ubicadas las IPS como, Los Alpes y Virgilio Barco, de donde provienen muchas de las quejas de los usuarios, se encuentran clasificadas por Planeación como zonas de alto riesgo, por lo que para Imsalud es imposible hacer intervenciones en su infraestructura.
Otras unidades básicas como la IPS San Martín, el Centro de Salud Mario Bedoya y la Unidad Básica La Libertad presentan un gran flujo de usuarios. Los líderes comunales afirmaron a La Opinión que ya han pedido una ampliación a las directivas de Imsalud, sin tener una respuesta.
“Lo que sí estamos pidiéndole al alcalde (Jairo Yáñez) es sobre la IPS San Martín, que nos la amplíe porque es muy pequeña, no cumple con las necesidades que tiene la comuna y si así ocurre, la Unidad Básica de La Libertad se descongestiona” comentó Ruth González, habitante del sector.
Tatiana Cáceres, asesora de Planeación y Calidad de Imsalud, explicó con respecto a IPS como la de San Martín, que esta no hace parte de los predios de la entidad de salud, por lo que no se puede hacer una inversión directa, pero que están buscando acercamientos con el alcalde Jairo Yáñez y el presidente de la junta directiva de la ESE, en busca de una solución.
Aseguró que los predios donde funcionan las IPS de las que se escuchan quejas fueron encontrados en abandono, algunos invadidos y otros hasta prestan servicios que no corresponden a la salud, como Comisarías de Familia.
“Hay una alta probabilidad de que muy pronto podamos acceder a las IPS que no son propiedad de Imsalud para invertir en ellas los recursos necesarios”, comentó la funcionaria.
Desde el Sindicato de Salud se han enviado documentos y derechos de petición a la administración municipal y a la Personaría exigiendo mejoras para el servicio de salud y la implementación de otro hospital de segundo nivel, sin embargo, aún no se conoce una respuesta, según dijo Hernández.
“Es necesario mejorar el servicio público de salud, pero hay que tener voluntad política del mismo alcalde. Se necesita con urgencia un hospital municipal de segundo nivel”, manifestó.
Yango Rodríguez, subgerente administrativo y financiero de Imsalud, aseguró que están iniciando los estudios de factibilidad para contar con hospitales de segunda complejidad en el municipio.
“Ya se encuentra radicado en el plan bienal para ampliar la oferta de servicios de la antigua administración del Policlínico Juan Atalaya”, agregó el funcionario.
Dijo que están en marcha estudios de vulnerabilidad, pues el Policlínico de Atalaya cuenta con problemas estructurales que se tienen que corregir antes de acabar el mandato de Yáñez.
Recalcó que de la mano con el alcalde esperan dejar estudios de factibilidad y técnicos de tres hospitales de mediana complejidad, con sus respectivos análisis de demanda, oferta y accesibilidad a vías.
Rodríguez explicó que la entidad asumió una nueva gerencia con Juan Agustín Ramírez, en junio del año pasado, y con él una visión que busca la certificación de las 37 IPS que conforman la ESE Imsalud, para asegurar una asignación de recursos necesarios para garantizar una mejor calidad en la prestación de servicios.
Con relación a los puestos de salud abandonados o predios inactivos dijo que se mantiene un listado de 17 sedes en donde no se está prestando ningún servicio, entre ellas: Antonia Santos, Chapinero, Escobal, Los Alpes, Panamericano, Pueblo Nuevo, Vallesther, Virgilio Barco, Atalaya Primera Etapa, Centro Norte, Torcoroma y Cuberos Niño. En la zona rural están: Ricaurte, El Carmen de Tonchalá, Limoncito, Puerto Villamizar.
