En Junta Directiva del área Metropolitana de Cúcuta se aprobaron ayer dos acuerdos que permitirán establecer un orden regular para el transporte público individual y colectivo. 

El primero persigue la tarea de definir la ubicación de paraderos de taxis en los seis municipios y el segundo implementar una política pública que supervisará que los vehículos de transporte público cumplan con los requisitos técnicos mínimos para brindar un buen servicio. 

El director del área metropolitana, Miguel Peñaranda, hizo el anuncio ayer en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado del alcalde de Villa del Rosario, Carlos Socha y la alcaldesa de Puerto Santander, María Virginia Torres. 

Peñaranda explicó que en la reunión de la Junta Directiva los alcaldes dieron su aprobación para continuar con el proyecto “Zolo Taxis” que define las Zonas Logísticas de Transporte Público Individual que ya han adelantado. 

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Las zonas amarillas o conocidos como paraderos de taxis hoy en día no están regulados en ninguno de los municipios, incluso en su mayoría no están autorizados. Con el proyecto del área metropolitana se definirán estos espacios para proceder que solo operen aquellos que están autorizados  y así acabar con la inmensa cantidad de paraderos que a voluntad de los taxistas y sin planificación existen en las distintas vías.

“Cuando se termine el proyecto que ya fue aprobado por los alcaldes vamos a normatizarlos dentro de cada municipio como una estrategia de planificación territorial”, dijo  Peñaranda. 

Para el estudio ya se han definido 310 zonas amarillas (286 en Cúcuta, 8 en Villa del Rosario, 6 en el Zulia, 8 en Los Patios,  1 en San Cayetano y 1 en Puerto Santander) y según el director del área metropolitana, el diseño garantiza entre otras cosas que el 30% de los taxis permanezcan en los paraderos y no dando vueltas por la ciudad en busca de usuarios. 

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“Es una estrategia de planificación del territorio para que esas zonas se definan por un estudio y no donde se les ocurran a los taxistas”, aclaró.

La revisión incluye un diagnóstico de las zonas amarillas que ya existen para ubicar cuáles son las que están generando problemas de movilidad, invasión del espacio público, entre otros inconvenientes. Algunas podrán quedarse, pero otras no. Una vez definidos los que queden y se regularicen, los taxistas que incumplan el acuerdo serán sancionados.

En el proyecto se incluirá la creación de una aplicación de fácil acceso donde los usuarios del transporte individual podrán conocer los paraderos que tiene más cercanos a su punto de ubicación. 

En óptimas condiciones

La Junta Directiva también aprobó el Acuerdo Metropolitano para el diagnóstico y verificación del mantenimiento preventivo y el estado físico de los vehículos de transporte público individual y colectivo que aunque es una norma no existía como política pública.

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Este acuerdo busca dar respuesta a los ciudadanos que a raíz del incremento en las tarifas de transporte púbico se quejaron por el mal estado de los vehículos que prestan servicio, al considerar que los ajusten deben ir de la mano de mejores condiciones de las unidades. Peñaranda recordó que los aumentos de las tarifas son obligaciones de ley que se hacen por instrucciones del Ministerio de Transporte y no por decisiones de los alcaldes. 

“Se trata de construir una reglamentación para supervisar y revisar periódicamente que todos los vehículos de transporte público individual y colectivo cumplan con las especificaciones técnicas. Si tenemos tarifas ajustadas a la norma, los vehículos deben estar ajustados a las condiciones que deben”, declaró el arquitecto. 

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