Colombia se convirtió en el hogar de la francesa Florence Thomas. Ella es una de las voces de peso en la defensa de los derechos de la mujer. Es feminista y hoy ofrecerá en Cúcuta la conferencia: Mujeres y saberes, como invitada de la Fiesta del Libro.
Enamorada de un colombiano llegó al país sudamericano en 1967 y a los 15 días consiguió empleo como docente en la Universidad Nacional, que para la época era el referente de un espíritu revolucionario, donde convergían los grupos de izquierda y los mejores académicos reflexionaban sobre la violencia de los años 50.
La llegada de Thomas a Colombia también se dio cuando un grupo de jóvenes tenían en mente armar una revolución y surgió la guerrilla de las Farc, grupo alzado en armas que impactó en la historia nacional.
Previo a su arribo a la capital de Norte de Santander dialogó con La Opinión, revelando aspectos de lo que será su charla e invitando a participar en la Fiesta del Libro.
¿Medio siglo hablando de mujer, qué es y no es feminismo?
Mi feminismo es una opción profundamente ética y política, en el entendido de que la democracia sin mujeres no prospera. De lo que se trata es de cerrar brechas entre hombres y mujeres buscando la equidad. Como feminista soy apasionada y a veces radical, no soy una mujer que odia a los hombres, no se trata de una guerra de sexos.
¿Cómo influye el conflicto y las guerrillas en la participación social de la mujer?
Los más de 50 años de conflicto armado en Colombia han sido dolorosos para las mujeres. En la guerra han muerto muchos hombres y las mujeres han aguantado el peso de una vida sola. Gran parte de las víctimas han sido objeto de violencia sexual y no nos olvidemos que en todas las guerras las mujeres son botín. Sin embargo, también se ha demostrado valor y las mujeres son capaces de reconciliarse más rápido.
¿A quién le da más miedo hablar de feminismo?
Evidentemente a la derecha, porque desordenamos el poder. La política ha sido el universo por excelencia de los hombres y estamos empezando a fracturar esa cultura patriarcal, machista y que tiene síntomas de enfermedad. Algunos hombres están reflexionando sobre esto y nos entienden, son solidarios, lo cual es positivo. En la actualidad las mujeres han aprendido a denunciar, se han empoderado y muchas se unen para resolver problemas. Hay hombres que no toleran eso y de ahí casos de feminicidio.
¿Los hombres pueden ser feministas?
Lo que anhelamos es que sean solidarios. Es difícil decir que son feministas porque los hombres tienen otra historia y la de las mujeres ha pasado por violaciones y patrones de guerra. Es difícil comparar y prefiero hablar de solidarios, que son los que amamos.
¿Logros significativos dados en materia política y social?
El voto que nos hace ciudadanas en 1954 y en 1957 se acude por primera vez a las urnas. El hecho se dio en la dictadura militar de Rojas Pinilla. Después vienen derechos como: a la educación, a la recuperación del cuerpo, a poder decir que es mío, los derechos sexuales y reproductivos, la Sentencia de 2006 sobre el aborto y la despenalización de tres causales. En lo político hay una tímida participación y estamos atrasados.
¿Qué expectativa tiene con la Fiesta del Libro?
Hablaré de un tema pertinente para una Fiesta del Libro, el difícil acceso de las mujeres al saber. Nos alejan porque el saber es revolucionario y consideran peligroso dejar abiertas las puertas. Hay un libro titulado ‘Las mujeres que escriben son peligrosas’, y las que piensan también. Vamos a acompañar la charla de ejemplos, como Sor Juana Inés de la Cruz, quien tuvo que acudir a un convento para acceder a una biblioteca.
¿En una sociedad democrática por qué cuesta creer en el saber que genera una mujer?
Porque significa desordenar el poder tradicional de los hombres, quienes son los dueños del poder económico, político y del simbólico (lenguaje, escritura). Cuando las mujeres avanzan en eso fracturan lo tradicional y ellos tienden a resistirse, la cultura patriarcal tiene muchas herramientas para eso.
¿En la literatura cómo se han abierto caminos?
Ha sido difícil romper barreras y acá se habla mucho del tema del techo de cristal. Las mujeres están muy ligadas a la vida cotidiana, entre 25 y 40 años están en edad reproductiva y con dos hijos es más difícil escribir. Las grandes mujeres del estilo de Sor Juana Inés de la Cruz, decidieron no tener hijos. Para poder escribir hay que tener autonomía y facilidad económica.