Gabriel García Márquez, más conocido en el mundo como Gabo, dejó en la memoria colectiva varios libros que marcaron el curso de la historia literaria colombiana en el escenario internacional. Hizo que el mundo entero conociera las tierras mágicas en las que habitaban mariposas amarillas.

Al cumplirse la primera década de su muerte en 2024, se oficializó la entrega de una novela inédita de este autor de libros como Cien años de soledad (1967), El amor en los tiempos del cólera (1985), Vivir para contarla (2002) y Memoria de mis putas tristes (2004).

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La obra póstuma En agosto nos vemos se publicará bajo el sello de su editorial habitual Literatura Random House. El hombre de Aracataca mencionó por primera vez esta novela en la lectura que hizo en 1999 del cuento homónimo en Casa América de Madrid, donde presentó como fragmento el inicio de una futura novela compuesta por cinco historias autoconclusivas.

La obra gira alrededor de una mujer llamada Anna Magdalena Bach -comparte nombre y apellido con la segunda esposa del compositor alemán- de cincuenta años que, tras una vida de compromiso, se entrega a encuentros sexuales secretos extramatrimoniales.

El portal de Epe aseguró que esta novela (o colección de cuentos), depende de como se le mire, relata la historia de Bach, quien cada 16 de agosto desde hace 28 años visita la tumba de su madre en la localidad de una isla caribeña donde la pobreza se mezcla con una emergencia turística. La protagonista inicia encuentros sexuales con hombres desconocidos a quienes elige al azar en un hotel.

La novela estaba ahí, ya escrita, pero no fue hasta ahora que los herederos de Gabo, sus hijos Rodrigo y Gonzalo, decidieron publicarla al cumplirse la primera década del fallecimiento del escritor. Quizás nunca se publicó porque se centró en sus últimas obras como sus memorias personales y la historia de Memoria de mis putas tristes.

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En sus últimos años el escritor tuvo un deterioro cognitivo importante que le provocó daños en la memoria y un año después de la muerte del escritor, su editor Cristóbal Pera, confesó que al autor no le convencía el resultado final de la novela, lo que atrasó la entrega de esta.

Era exigente con sus historias. Tenía fama de que reescribía 14 o 15 veces sus novelas antes de publicarlas y luego, después de publicada, no modificaba nada del texto.

La publicación se da en el contexto de la digitalización de la obra de Gabo que hizo la Universidad de Texas. Tras el anuncio, varios especialistas se interesaron en revisarlos. La periodista colombiana Patricia Lara Salive, amiga personal de la familia García Márquez, fue una de las primeras y le contó al diario El Tiempo que leyó un manuscrito “al que le faltaba un poco de trabajo de edición” y aseguró que esta la envió a su agente Carmen Balcells.

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