El 2015 fue un año de sueños y pesadillas para el deporte nortesantandereano. Los atletas rojinegros y entrenadores debieron sortear demasiados obstáculos para alcanzar el éxito y dejar en alto el nombre del departamento.
El IMRD e Indenorte, por querer ser protagonistas, trabajaron de manera egocéntrica y nunca unieron fuerzas para liderar el deporte.
El IMRD, pasados cuatro años de los Juegos Nacionales 2012, se apoderó de los escenarios deportivos descuidándolos por completo, quedándole grande el manejo.
Indenorte terminó en medio de un sonado escándalo denunciado por el hoy exgobernador Edgar Díaz Contreras, por el supuesto desvío de los recursos para el sueldo de los entrenadores, incumpliendo con los convenios firmados, originando el retraso en la paga.
Por esa causa, la Contraloría, la Procuraduría departamental y Coldeportes debieran tomar cartas en el asunto e investigar hacer una auditoría, a dónde fueron a parar esos dineros que tuvieron en vilo a los 24 entrenadores de las ligas durante todo el año.
Lo pasado, pasado
Ahora, en 2016, con un nuevo aire y una administración departamental y municipal renovada se espera que en este cuatrienio el deporte rojinegro no viva las angustias del pasado.
Ojalá el gobernador William Villamizar Laguado y el alcalde de Cúcuta, César Omar Rojas Ayala, trabajen mancomunadamente con los directores de Indenorte, David Castillo, y Raimond Hernández, del IMRD, y se comprometan con un programa serio a favor del deporte.
Los dos mandatarios tienen la tarea de brindarles el apoyo a todos los deportistas y mejorar la infraestructura deportiva para lograr la masificación.
¿De qué manera pueden enderezar el rumbo de ese barco?
Por lo que se ha sabido, Villamizar Laguado no solo mantendrá el auxilio económico a los medallistas de los pasados XX Juegos Nacionales y IV Paranacionales, sino que lo incrementará de $360.000 a $400.000, como un paliativo para sus grandes necesidades.
Pero más allá de esas ayudas, el gobernador tiene una vieja deuda pendiente desde su pasada administración.
Se trata de la construcción del coliseo de combates para karate, taekwondo, yudo, lucha olímpica y boxeo.
Este último deporte lleva 36 años debajo de las graderías del estadio General Santander viviendo en la ignominia y el abandono total.
De acuerdo a lo que se ha podido conocer, el saliente gobernador Edgar Díaz Contreras dejó un proyecto firmado para la ejecución de la obra, y el sitio seleccionado es donde funcionó la Plaza de Ferias.
Solo falta ver que ello se cumpla y se cuente con ese escenario de mayor urgencia, antes de que Villamizar termine su periodo.
Imagen o servicio
Por otro lado, la tarea del director de Indenorte, el abogado, David Castillo, es devolverle la credibilidad al instituto que quedó por el piso. Uno de los asuntos de primer orden a tratar es la contratación de los entrenadores, ahora que deben presentar el plan de trabajos de 2016 y del cuatrienio.
Es decir, qué tipo de contrato se les va a hacer: órdenes de prestación de servicios por tres o cuatro meses, como siempre lo ha hecho el instituto, o tendrán asegurado el año y así no preocuparse por la mesada mensual.
De igual forma, Castillo debe buscar alternativas y generar recursos para el deporte alto rendimiento a través de alguna estampilla y contar con dineros para las fogueos y campeonatos de las selecciones tanto de convencionales como de deporte adaptado.
¿El IMRD qué?
El director del IMRD, Raimond Hernández, de profesión administrador de empresas, debe estar planeando qué hacer con los escenarios que están a cargo de la Alcaldía, como el Coliseo Menor, el complejo tenístico Fabiola Zuluaga Amado, el estadio Centenario de atletismo, los patinaderos Enrique Lara Hernández y Teódulo Gélvez.
Él tiene que decidir si estos van a ser entregados a las ligas o al departamento, porque en la administración del exalcalde Donamaris Ramírez Lobo se hizo poco nada por su mantenimiento.
Muestra de ello es el marchitamiento de la gramilla del General Santander y el deterioro de la pista de atletismo.
En el caso de las canchas de tenis, existe un rifirrafe entre entrenadores y los directivos de la liga por el manejo del complejo Fabiola Zuluaga.
La presidenta de la liga, Carolina Moros, había firmado un contrato con el IMRD, por cuatro meses para administrarlo, pero finalmente fue descartado, porque no se llegó a un acuerdo en las concesiones con los técnicos quienes sintieron vulnerados sus derechos al trabajo y cada uno anda por su lado. Además, parte de la infraestructura está agrietada, la iluminación deficiente y las baterías sanitarias en descuido.
Del estadio de atletismo que decir, allí labora no solo la liga de atletismo sino también la de rugbi, deporte que cuenta con más de 1.000 adeptos en todas las categorías y el espacio se quedó pequeño para la práctica y urge de una cancha con todas las condiciones para entrenar.
La pista que se construyó en cinco años a un costo de $10.800 millones, está deteriorada totalmente, el sintético rajado en varias zonas, colchonetas rotas y la motobomba que irrigaba la cancha dañada constantemente, es decir es otro niño huérfano sin dolientes.
Trabajo es el que les espera a Castillo y Hernández en sus administraciones en el tiempo permanezcan en sus cargos si la política lo permite.
El foro una solución o panacea
De otra parte, el presidente de la Liga de gimnasia Ciro Quiñones reveló que sus homólogos de las ligas y entrenadores tienen previsto hacer, en los próximos días, un foro regional del deporte con el fin de encontrar una solución a todos los males que aquejan la actividad física.
Tal vez el encuentro analítico no de respuestas y soluciones inmediatas, pues en el pasado hubo dos o tres intentos de llamar la atención con este tipo de debates, pero no dejaron nada bueno, puesto que no pasaron de las discusiones y de lad quejas.
Sin embargo, esperan sentar un precedente para ver si diputados concejales, gobernador y alcalde miran el deporte con otros ojos y no con el sello de la burocracia y la corrupción, a lo que se está acostumbrado ver.