La pista, que tuvo un costo de $10.800 millones, definitivamente muestra que no tiene dolientes. Ni siquiera los vecinos que cerca del estadio, a quienes no les importa arrojar las bolsas de la basura pase o no el carro recolector.
Los perros y gatos hacen de las suyas regando los desperdicios que van a dar dentro de la pista, afeándola. Pañales sucios, excremento de los animales y la maleza, invaden lo que en su momento era uno de los más modernos lugares para la práctica del atletismo en la ciudad.
El IMRD administra la pista situada en la ciudadela Juan Atalaya, y aunque hace esfuerzos para hacerle el mantenimiento adecuado, parece no poder con ella.
Las grietas en varios sectores de la pista crecen cada día y tanto el IMRD como la Gobernación se encuentran en una carrera silenciosa frente al problema, pues ninguna se pronuncia sobre el riesgo en que se encuentra la millonaria inversión.
Para colmo de males, el fin de semana mientras se desarrollaba un torneo infantil de rugbi, una de las carpas que protegía a las fisioterapeutas, fue levantada por el viento y cayó sobre el sintético.
El accidente dejó marcada su huella en pequeñas perforaciones, según lo manifestó William León Higuera, entrenador de la Liga de Rugbi.
Sin embargo, surge otra hipótesis en la que asevera que las personas que armaron la carpa, con la base levantaron el sintético. Lo único cierto es que lo que haya sido afectó el material de ergusan.
León Higuera precisó que se trató de un accidente a causa del fuerte viento que barrió el domingo a Cúcuta. Por este caso no hubo lesionados.
Argumentó que presentó un comunicado al director del IMRD, Ricardo Ramírez Serpa, en el que se compromete a reparar el daño.
“A nosotros lo que menos nos interesa es que el escenario esté en malas condiciones porque es nuestro sitio de entrenamiento”, afirmó el estratega.
No obstante, dichos arreglos deberían ser supervisados por la Oficina de Alta Consejería de Proyectos Especiales de la Gobernación, a cargo de la ingeniera Lucy Urón.
La Opinión contactó al director del IMRD, Ricardo Ramírez, para conocer su concepto sobre la responsabilidad del cuidado del escenario y de quién debe asumir los arreglos.
Al respecto el funcionario aclaró: “Los de rugbi, quienes llevaron a cabo la actividad, son los que tienen que reparar el daño, para lo cual la ingeniera del IMRD está evaluando qué fue lo que pasó y esperar qué se debe hacer para arreglarla”.
Anotó que ha dialogado con Juan Carlos Peña, subdirector de Coldeportes, sobre el caso de la pista y está a la espera de una solución para que no se sigan presentando daños.
Añadió que también ha reportado la situación en informes dirigidos a la Gobernación.
La Opinión buscó vía telefónica a Lucy Urón, para saber en qué va la reparación de la pista, pero no fue posible la comunicación.
El director del IMRD precisó que el material para reparar la pista no lo hay en Colombia, pero va a esperar el informe de la ingeniera y después determinar cómo será arreglada.
“El ergusan original de la pista es importado, pero hay otros materiales que también sellan”, subrayó Ricardo Ramírez.
En cuanto al cuidado y mantenimiento externo del escenario para que los residentes en los alrededores no tiren las bolsas de basura a la calle, dijo: “hay que integrar la gente y estamos mirando si se pueden poner unas cajas metálicas grandes de basura, para que las personas boten allí los residuos o deshechos”.