Para llegar a ser gran atleta en cualquier deporte se necesita no solo del tesón, las ganas, el talento y sacrificio sino también de la parte económica de la cual la mayoría de los deportistas sufren.

Son muchos los buenos deportistas que han tenido que retirarse de la actividad por falta de apoyo.

En Norte de Santander el talento sobra, pero es subvalorado porque no existe una política seria en materia deportiva.

Aún así, esos muchachos y muchachas, jóvenes con sueños de gloria solo tienen el respaldo de sus padres y de una que otra empresa que los apoyan.

Mariana Caicedo Mora, de 14 años, tenista, estudiante de noveno grado del colegio Santo Ángel, es hija del exfutbolista del Cúcuta Deportivo, Diego Caicedo.

Gracias a la colaboración de la Constructora Monape y a los ahorros de sus papás, Mariana acaba de llegar de Valencia (España), donde estuvo en un campamento de tenis, durante un mes en la academia Masía del Pilar.

Trabajó con el entrenador Emilio Sorio y con el argelino Paul Dorochenko, osteópata y fisioterapeuta, quien alguna vez fue preparador físico de Roger Federer, Carlos Moyá, Sergi Bruguera y Alex Mantilla.

Fue allí para aprender y mejorar un poco su juego y técnica, además de conocer cómo entrenan las futuras estrellas del tenis español.

Mariana contó que “fue un viaje que se venía planeando con mis papás desde hace un año, pero no se había podido hacer por falta de plata.

“Tocando puertas, la Constructora Monape, que me ha venido patrocinando en los torneos nacionales, nos ayudó y se pudo viajar al campamento”, dijo la deportista.

“La idea era buscar una academia, en el que viéramos la posibilidad de ganar más nivel (competitivo) y confianza en mi juego; y buscando, llegamos la Masía del Pilar.

“Fue una gran experiencia, donde se ve otro tipo de cultura, es otro mundo, mejor dicho, donde pude compartir con tenistas de otros países y aprender de ellos un poco”, subrayó Caicedo.

Anotó que durante ese mes entrenaba seis horas diarias, algo que no se puede hacer acá, debido a los compromisos con el estudio.

“Los primeros días fueron difíciles, por la adaptación, el cambio de horario; a veces, en el entrenamiento me sentía cansada, porque son siete horas de diferencia con Colombia y eso se siente”, expresó Mariana.

En cuanto a los trabajos en la cancha, la cucuteña sostuvo que “en la práctica nadie dejaba escapar nada, los entrenadores eran muy exigentes y se tenía que hacer todo porque ahí es donde se empiezan a ver los resultados”, apuntó.

Mucha actitud

No obstante, más allá de golpear la bola, con voleas, ‘drive’ de derecha, izquierda, o revés a una o dos manos, Mariana cuenta que en lo que más le hicieron énfasis es en la actitud o disposición para jugar y mostrar fogosidad en la cancha.

“Fueron muchas cosas en las que me recalcaron, pero en la que más me insistieron es en la actitud mental que debo tener en la cancha, además de lo técnico y físico.

“Me decían que tengo que tener mucho carácter y ganas al pisar la cancha. Me dieron a tender que todo jugador que quiera salir adelante en algún deporte, tiene que trabajar, luchar y sacrificarse y es algo en lo que debo mejorar cada día”, explicó Mariana Caicedo.

Resaltó que de alguna manera los estilos de juego varían de alguna manera de un país a otro

“Acá en Colombia la mayoría estamos acostumbrados a jugar de fondo y esperar que el rival se equivoque. 

En cambio allá (España), es un juego igual de consistente, pero con mayor agresividad para definir el punto, subiendo a la malla, se arriesga más, por eso los entrenamientos son fuertes y exigentes”, señaló.

Otro de los aspectos que destacó la nortesantandereana en su corta estadía fue la repetición constante en los movimientos para golpear la bola.

“Los ejercicios son los mismos de siempre, pero varía en la exigencia y la intensidad que le pongan a uno. Es decir si acá hago ocho series de bolas y paro, allá se hacen 30 sin parar y eso hace que uno adquiera otro ritmo en cada golpe y lógico se mejora más”, concluyó la tenista.

Después de esa experiencia Mariana considera que apenas está comenzando y el camino es largo y espinoso para llegar a ser una gran tenista.

Por ahora pondrá paulatinamente en práctica esos conocimientos que adquirió, pero la idea es regresar el año entrante no por un mes sino quizás por mayor más tiempo.

Aportamos un granito de arena

Álvaro Morelli, gerente de Monape, considera que entrar a apoyar un deportista no es fácil, por lo que consideró que es una misión que les corresponde a las Ligas y a los institutos de deporte, a la Gobernación y a la Alcaldía.

Sin embargo, como empresa dentro de la responsabilidad social ha querido brindarle apoyo a Mariana en esta oportunidad.

“Nos hemos dado cuenta del talento de nuestros jóvenes  en Cúcuta, y de una u otra forma nos duele que los entes departamentales no inviertan en estos jóvenes.

“En conjunto con las directivas de la empresa y la asamblea de Monape nos dimos a la tarea de buscar un joven y apoyarlo. Ya habíamos seguido el rastro de Mariana, una niña que tiene talento y ahí decidimos patrocinarla como empresa cucuteña que somos y que mejor que arrancar con ese granito de arena”, afirmó el gerente Morelli.