En los VI Juegos Nacionales deportivos de aprendices del Sena 2015, en Cúcuta, hay historias de vida como la de aquellos deportistas que por primera vez montaron en avión y de otros que nunca habían venido a la frontera con Venezuela.
Llevar la bandera de su terruño ceñida al cuerpo es todo un honor, así como también, para la mayoría de participantes, se constituye en la primera experiencia que tienen de conocer otros lugares y costumbres.
No importa qué tanto sacrificio han tenido que hacer y las calificaciones que debieron lograr para formar parte de la selección y llegar a la final nacional.
Desde muy temprano, los deportistas madrugaron a copar las canchas de las universidades Francisco de Paula Santander y Libre, el Sena del Popular y Pescadero, el estadio de atletismo y el coliseo Eustorgio Colmenares Baptista.
En concepto de José Luis Mureo Hoyos, delegado del Magdalena, la participación de sus muchachos es más que motivante.
“Venir acá y vivir esta experiencia es algo único, sobre todo para nuestros aprendices. Esto les permite integrarse con otras regionales con las que pueden compartir los hábitos y culturas de los cuales pueden sacar enseñanzas y vivencias”, comentó.
Recalcó que a pesar de las 12 horas de viaje en bus, “lo importante es que los deportistas estén contentos, y que nosotros como instructores nos sintamos felices y tranquilos con ellos”.
En cuanto a la motivación que sienten a parte de ganar una medalla, Mureo señaló que “la motivación personal es mucha, pero ante todo es vivir la experiencia”.
El Sena les da todo, comparten juegan se divierten, representan al máximo sus departamentos y eso para ellos ya es un orgullo, afirmó el delegado magdalenense.
Para la zipaquireña Leydi Paola Contreras Uchuvo, integrante de la selección de fútbol femenino de Cundinamarca, es una buena experiencia, al tiempo que se mostró agradecida por el apoyo que les han brindado para llegar hasta Cúcuta y dejar todo en la cancha.
Contreras es una apasionada del fútbol. Vive en la vereda Barandillas, a 30 minutos del casco urbano de Zipaquirá, y sueña con ser jugadora profesional.
“Es una experiencia maravillosa que se le presenta a una en la vida, y agradecida con las personas que nos están apoyando”, comentó.
Sostuvo que a pesar del corto tiempo de los juegos y de compartir en grupo se alcanza a sentir que “hay unión, compañerismo, no necesitamos de tanta violencia para hacer esto (deporte) necesitamos es de más integración, de unirnos como país, como regiones y como Sena”, subrayó la delantera cundinamarquesa.
De su lado el entrenador José Miguel Rodríguez señaló que “hemos estado muy alegres, contentos con este primer día de competencias. Son 18 aprendices que traemos (en fútbol), ninguna había viajado en avión y es la primera vez que visitan esta linda ciudad”.
López manifestó que como todo entrenador y deportista el objetivo es ganar y representar bien a su departamento, aunque “trasciende más allá la experiencia de nuestros chicos porque económicamente se les complica mucho visitar otra ciudad entonces para nosotros es una experiencia máxima que ellos disfruten y se nutran conozcan de otra cultura”.
Añadió que todos los costos corren por cuenta del Sena.