La propagación del nuevo coronavirus por todo el planeta ha dejado consecuencias devastadoras, llevándose miles de vidas humanas y generando recesión en la economía mundial.

El deporte ha sido uno de los grandes afectados y eventos que estaban listos para su realización (Olímpicos de Tokio, Eurocopa y Copa América, entre otros), tuvieron que ser cancelados y reprogramados, algunos de ellos, para el año entrante.

Con las fronteras terrestres, marítimas y aéreas cerradas en casi todo el mundo, fueron muchos los atletas colombianos que se quedaron sin poder regresar al país.

Dos de ellos son los basquetbolistas cucuteños en silla de ruedas, Jhon Hernández Villamizar, de 27 años, y Jhoan Sebastián Vargas Ortega, de 32, quienes llevan varios años en España y juegan en la Liga de honor o de Primera división.

Jhoan esta temporada actúa con el quinteto Fundación Vital Zuzenak del País Vasco, luego de pasar tres años con el Mideba de Extremadura; mientras que Jhon Hernández está desde 2017 con el Amebian de Albacete.

Los dos baloncestistas, selección Norte e integrantes de la selección Colombia, han cosechado innumerables éxitos en sus carreras, aunque en este momento atraviesan una difícil situación por el coronavirus que tiene infectado a toda Europa, especialmente a España, donde residen.  

Por ello, conscientes del riesgo que podría implicar para sus vidas y sus carreras, el exponerse al virus, permanecen resguardados en sus apartamentos.

‘Tenemos todo cubierto hasta junio’.

La Opinión dialogó con los dos deportistas para conocer cómo es su vida en medio de la pandemia, en el cuarto país más golpeado por los contagios y las muertes detrás de Estados Unidos, Italia y China.

“Aunque ya llevo bastante tiempo jugando en la liga española (BSR), este año me vine con mi pareja y eso ha hecho que no sea tan difícil afrontar esta emergencia sanitaria”.

Vargas reconoció que apenas supo de la llegada del coronavirus a España, buscó la manera de devolverse a Colombia.

“Sí pensé en regresar, pero al escuchar que la gente que estaba acá en Europa (colombianos) empezó a viajar de regreso y a llevarse el virus para el país, decidimos no hacerlo porque Madrid (desde donde abordarían el avión) es la ciudad más contagiada y nos dio miedo enfermarnos del virus y llevarlo a nuestras familias”, relató Jhoan Vargas desde su casa en el País Vasco.

A pesar de la tranquilidad de sus palabras, Vargas explicó que el temor y la zozobra se viven y se sienten todos los días, y por ello es consciente de que la preocupación no va a pasar de un día para otro, “pues esto va para largo y solo nos queda tener mucha paciencia para soportar el aislamiento preventivo que fue extendido por 20 días más”.

“Nos preocupa que este virus siga matando a más gente y que en Colombia, a pesar de que se han tomado medidas a tiempo, la gente no haga caso”.

Recalcó que todo se ha visto afectado en la vida de las personas, su economía, sus trabajos, sus empresas, sus estudios, “sumado al encierro, que a veces logra ser desesperante”.

“Gracias a Dios el club (Zuzenak) nos paga todo, el arriendo de la casa y los servicios; vivimos en un apartahotel donde tenemos todo pago hasta junio, cuando iba a terminar la temporada”.

Preguntado sobre cuál será su futuro una vez finalice el contrato, Vargas aseguró que el club les pagará el salario que resta de la temporada, y luego, a través de una entidad del Estado español, serán inscritos en un programa para recibir una mesada que les permitirá cubrir sus necesidades básicas y sobrevivir el tiempo que sea necesario antes de volver a Colombia.

“El club ya nos informó que nos va a inscribir en un programa de subsidio de desempleo, es decir, los próximos meses nos pagará el gobierno de España; ojalá esta situación mejore pronto”, finalizó Vargas.

Esto es de paciencia

Jhon Hernández coincidió con la opinión de su paisano y amigo. “Todo esto ha sido muy difícil. En un principio nadie imaginó que este virus llegaría hasta el punto en el que estamos. Aquí en España nadie vaticinó que esto fuera a ser así de grave, con días de hasta 800 muertos”.

Jhon vive con su esposa Yurley Mora, y su hija Laiha Valentina, nacida en territorio español.

Consultado sobre si pensó en regresar al país una vez se encendieron las alarmas por la propagación de la COVID-19, Hernández dijo que sí, pues temió por el contagio de su esposa y su hija.

Agregó que tiene pasajes de regreso para junio, y volvería a España a finales de septiembre, cuando se reanude la temporada; sin embargo, todo dependerá de cómo avance la pandemia en el mundo para ese entonces.

Hernández sostuvo que mientras él se cuida a la distancia, le preocupa su familia en Cúcuta, pues escucha que la gente no toma con seriedad lo que está sucediendo.

“Estamos preocupados por nuestras familias porque en Colombia las personas no ven aún la gravedad del problema y las consecuencias que esto trae. La mejor recomendación que les hacemos a los cucuteños es que eviten la exposición al virus quedándose en casa y aumenten el lavado y la desinfección de las manos”, aseguró el basquetbolista de la selección Colombia.