El año deportivo para los atletas de Norte de Santander sigue llegando a su cúspide. Esta vez fue el Judo, que luego de una larga temporada de competencias y altibajos, cerró el 2018 con un balance positivo.
Hubo logros importantes para un deporte que poco a poco ha vuelto a tomar fuerza en una región donde tuvo un ‘paro’ de al menos 10 años.
Esta temporada, la Liga Nortesantandereana de Judo, que es presidida por la excompetidora olímpica Johana Orozco, logró un total de 31 medallas en las diferentes competencias nacionales e internacionales en las que tuvo representación.
Campeonatos nacionales, suramericanos, sudamericanos y panamericanos estuvieron en la lista de los judocas rojinegros, que el martes fueron recibidos en la Gobernación de Norte de Santander por David Castillo, director de Indenorte, para tener un reconocimiento y hacer una exposición de esas 31 preseas logradas en este 2018.
“Las 31 medallas demuestran el impulso de esta Liga. Nosotros necesitamos seguir contando con el apoyo de la Gobernación y también con el de la empresa privada, porque el otro año se viene la prueba de fuego, que son los Juegos Nacionales”, declaró Castillo.
Por otra parte, Orozco resaltó que los hitos se han dado por la constancia y por la exigencia que tiene la Liga con sus deportistas. “La verdad este año me dejó muy contenta. Se hizo un trabajo muy bueno por parte de los deportistas”, apuntó Orozco. “El otro año se viene con muchas expectativas en los Juegos”, agregó.
Sobre los logros más representativos que les dejó la temporada, la presidenta resaltó el trabajo hecho por la juvenil Maryuri Ureña, quien obtuvo una medalla de bronce en el torneo Panamericano (Ecuador) y ocupó el tercer puesto de los juegos Supérate Intercolegiados de su categoría.
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Año agridulce
Quien acabó el año con un sabor agridulce fue Valentina Rubio, una de las deportistas con más proyección en la región, pero que este año no pudo participar en gran parte de las competiciones por cuenta de una lesión que la frenó en su carrera.
Rubio salió campeona de los Juegos Supérate en 2017, lo que le significó ganarse una beca estudiantil por $40 millones, un sueño hecho realidad. Pero, en marzo, cuando disputaba la Super Copa de España, sufrió una rotura de ligamento anterior, meniscos y tendón en su rodilla izquierda. A pesar del duro golpe, la judoca rojinegra logró salir campeona de la competencia, consiguiendo el único pero valioso trofeo del año, pues no pudo volver a competir.
El martes, después de una larga espera, Rubio por fin se enteró que, por gestión de la Gobernación, será operada y podrá volver a competir.