Esta semana, el Gobierno radicará en el Congreso la reforma tributaria con la que el Ministerio de Hacienda proyecta recaudar 25 billones de pesos que se invertirán en apoyar programas sociales, así como en sanear las cuentas fiscales del país.
La iniciativa ha generado una enorme expectativa en el país, por las implicaciones que podría tener el posible aumento de impuestos como el IVA o el de renta, para muchos colombianos que han resultado golpeados por los efectos de la COVID-19.
Sin embargo, pese a las recomendaciones hechas por expertos, en la presente reforma tributaria parece que la prioridad es conseguir recursos urgentes para reducir un déficit fiscal que se disparó por la pandemia.
Para Guillermo Sinesterra, economista de la Universidad Javeriana, definitivamente la reforma es muy necesaria en estos momentos, porque el país pasó un año muy crítico durante la pandemia y necesita demostrarles a sus acreedores que tiene con qué respaldar la deuda que adquirió.
“La gran pregunta ahora es: ¿a quién perjudicará esta reforma?, y la respuesta es: a los asalariados (los que se ganan más $ 1’200.000) y a los pensionados, aunque con estos últimos sí estoy de acuerdo”, dijo Sinesterra.
Y explicó que: “si un ciudadano se gana más de 3 millones de pesos tendría que empezar a pagar impuesto de renta, según lo que se ha especulado del texto final”.
“Cuando hablan de que el que más tiene más paga, eso no es verdad ni para los informales, ni para los más ricos; es verdad para esa clase media. Sería bueno implementar el impuesto al patrimonio y el impuesto a los dividendos, eso sí tocaría a los más ricos”, contó Sinesterra.
Dijo que con este proyecto se beneficiarán las mismas personas que lo venían haciendo, porque la reforma va enfocada a lo mismo.
Según el economista, en una ciudad como Cúcuta, esta reforma lo que haría es retrasar la formalización, teniendo en cuenta que tiene la tasa más alta de informalidad (72,5%) y también la más alta en desempleo (22,3%).
Por su parte, el senador del partido Alianza Verde, Antonio Sanguino Páez, manifestó que, aunque podría haber elementos positivos como el mantener el programa de Ingreso Solidario y la Matrícula Cero, la clase media se vería bastante afectada, porque el aumento del recaudo del IVA que se plantea solo se podría alcanzar gravando más productos o aumentando la tasa del IVA. Además, se espera ampliar la base gravable del impuesto de renta a personas naturales.
Sobre el cuestionamiento de por qué los más pobres deben solventar el proceso de reactivación económica y los ricos no, Sanguino dijo que así no debería ser.
“Es así como lo quiere el presidente Iván Duque y el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, pero no debe ser el orden de las cosas. Colombia es uno de los países más desiguales del mundo. La Constitución Política consagra que el sistema tributario debe ser progresivo, es decir, que los que más tienen más ponen, pero en Colombia históricamente ha sido al revés. Si esta nueva reforma tributaria continúa con el modelo regresivo, no debe ser apoyada por los congresistas y debemos oponernos férreamente”, planteó el congresista.
Banrepública hace ‘guiño’ a la reforma
Como un imperativo para poder seguir apoyando las medidas de la recuperación de la economía calificó la junta directiva del Banco de la República el proyecto de reforma tributaria que llevará el Gobierno al Congreso, frente a lo cual pidió sea aprobado.
En el primer informe que envía cada trimestre al Legislativo, con un balance sobre la situación económica del país, las directivas del Banco señalaron que, dada la actual situación provocada por la pandemia del coronavirus, “la capacidad del Banco de continuar apoyando la recuperación está íntimamente asociada a la aprobación del programa de ajuste fiscal que el Gobierno próximamente pondrá a consideración del Congreso”.
El informe indica que durante el segundo semestre de 2020 la actividad económica global mostró signos de recuperación y el desempleo empezó a disminuir.