Luego de que firmara el presidente Gustavo Petro, durante un acto en el barrio Bolívar 83 de Zipaquirá (Cundinamarca), el decreto del incremento del salario mínimo para 2025, con un alza de 9,54 % anual, y que llevó el monto a $1.423.500 – más el auxilio de transporte para un total de $1.623.500-, se dieron diversas reacciones frente al anuncio.
El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, sostuvo que “es totalmente elevado, es un decreto populista del presidente Petro para congraciarse con los trabajadores”.
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“No hay un sustento económico, social ni técnico, por cuanto la inflación terminará en 5,1% y pone en riesgo la baja de las tasas de interés y la lucha del Banco de la República por bajar la inflación”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Colombiana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), Rodolfo Correa, señaló, que el alza del mínimo es preocupante para los pequeños y medianos empresarios.
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“Esperábamos 7,5% y se desbordó, eso aumentará los costos de producción e implica disminuir nuevo personal y los costos nuevos se va a trasladar a los precios de bienes y servicios esto se aleja de la meta inflacionaria”.
El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, sostuvo que “9,54% de incremento en el salario mínimo y subir a $200.000 en el auxilio de transporte equivale a un incremento para el 2025 del 11% con respecto al 2024. Un logro de los trabajadores y un acto de recuperación salarial del Gobierno del cambio”.
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El representante Heráclito Lándinez manifestó que el aumento es una buena noticia, porque “se recuperará el poder adquisitivo de los asalariados, pues la inflación será cercana al 5% anual”. “En el gobierno del presidente Petro, los trabajadores colombianos han recuperado en términos reales sus ingresos, su poder adquisitivo”, recalcó.
La representante del Pacto Histórico, María Fernanda Carrascal, celebró la decisión del presidente, porque “reconoce el valor del esfuerzo diario de millones de personas que sostienen la economía con su trabajo”.
“Este ajuste no solo significa un alivio en el costo de vida, sino también un mensaje claro de que la dignidad laboral merece ser protegida y fortalecida. Es un motivo de celebración y esperanza para seguir construyendo un país más equitativo”.
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