El sector cafetero pasa por un buen momento logrando números que soportan esas sensaciones, sin embargo, afronta desafíos como la intensa temporada de lluvias del Fenómeno La Niña como resultado, la producción cafetera ha caído un 10% durante lo corrido del año. A ello se agrega el aumento en los precios de los fertilizantes, los cuales se han traducido en un incremento de los costos de producción de café.
Con ese panorama, el ministro de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Ocampo, dijo durante su intervención en la apertura de la edición 90 del Congreso Nacional Cafetero que desde el Gobierno de Gustavo Petro plantean la necesidad de trabajar en torno a cuatro propósitos.
El primero está relacionado con la mejora de la productividad y rentabilidad del cultivo mediante la renovación de cafetales, la optimización de los costos de producción y la administración de los riesgos que impactan el sector.
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Aseguró que esto exige la puesta en marcha, mediante un esfuerzo conjunto, de un programa para la renovación de cafetales envejecidos y el establecimiento de nuevos cultivos mediante la siembra de variedades resistentes a la roya desarrolladas por Cenicafé.
“Ambas tareas son esenciales para mantener el parque cafetero en condiciones óptimas de producción y mejorar el nivel de ingresos de las familias cafeteras”, dijo el jefe de la cartera.
Como segundo propósito dijo que es necesario consolidar los propósitos contemplados en la Ley 1969 de 2019 para el Fondo de Estabilización de Precios del Café.
En tercer lugar, manifestó que es esencial mitigar los efectos que han generado los retrasos en las ventas de café a futuro sobre las finanzas del Fondo Nacional del Café y las cooperativas de caficultores.
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Por último, expuso que es necesario expedir la regulación para la eventual exportación de cafés robusta producidos en el país, cuya producción ofrece alternativas para algunas regiones del país.
“De la mano de estos objetivos, debemos continuar trabajando en profundizar la diferenciación del café colombiano en los mercados internacionales, con fundamento en la alta calidad de nuestro grano”, aseguró el ministro.
La renovación
En lo corrido de 2022, tan solo se han renovado 48.650 hectáreas, lo que corresponde a apenas 5.000 hectáreas por encima de las áreas intervenidas en medio de las dificultades logísticas y de oferta de mano de obra registradas en 2020, al comienzo de la pandemia del COVID-19, y a 29% menos áreas de las renovadas realizadas en igual período de 2021.
El Gobierno busca respaldar la renovación del parque cafetero mediante la entrega de incentivos para la fertilización de la zoca de cafetales, así como la destinación de recursos provenientes del Incentivo a la Capitalización Rural para la renovación por siembra de variedades resistentes a la roya.
La meta propuesta es renovar 84.000 hectáreas, equivalente al 10% del área sembrada, y consistente con las recomendaciones técnicas de Cenicafé. Con base en la estructura de tecnificación del parque cafetero, la expectativa es entregar incentivos a un poco más de 35.000 hectáreas de cafetales a renovar en 2023 a través de esta iniciativa.
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