El Impuesto al Valor Agregado (IVA), una carga fiscal al consumo que se realiza con el pago de un bien o un servicio, es un tributo recolectado por el Estado para garantizar su sostenimiento, pero cada país es independiente de definir si lo cobra o no y en qué porcentaje.
Según datos recolectados por la consultora de negocios, servicios de auditoría e impuestos Price Waterhouse Coopers (PWC), en América Latina, Brasil lidera el top de países con el IVA más alto, al registrar 27%, valor aprobado aprobado en julio de este año. En la lista le siguen Uruguay (22%), Argentina (21%) y Colombia (19%).
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El IVA en Brasil es estatal y, a pesar de que sigue un lineamiento federal, cada estado puede emitir su propia legislación, lo que conlleva a una implementación diferenciada.
Mientras que, en el caso de Colombia, existen dos variantes: uno general de 19% y uno de 5%, que se aplica al maíz para uso industrial y demás granos, equipos agrícolas y vehículos eléctricos e híbridos.
Uno de los cambios más recientes en la aplicación de este impuesto fue en los tiquetes aéreos en 2023.Este trajo como efecto negativo una reducción de 9,5% en el tráfico aéreo nacional durante dicho año, en razón del incremento en el precio de los tiquetes.
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De acuerdo con PwC, el IVA es uno de los sistemas de recolección de impuestos más complejos de la región, en tanto que se compone de tres impuestos indirectos: impuestos sobre ventas, impuesto especial sobre productos e impuesto sobre servicios.
Aunque un impuesto al valor agregado no necesariamente es un impedimento para la inversión extranjera, Jhon Alexánder Torres, analista económico, explicó que un IVA alto en sectores dependientes del consumo interno podría desinteresar a potenciales inversionistas extranjeros.
“Inversionistas en sectores sensibles al consumo interno podrían reconsiderar su permanencia, ya que una caída significativa en la demanda local afectaría la rentabilidad esperada para las empresas que buscan establecerse en el país”, afirmó Torres.
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Uruguay y Argentina completan el top tres
Las dos naciones del sur del continente tiene los otros dos puestos “del podio” en cuanto al impuesto al valor agregado.
Uruguay tiene un impuesto IVA de 22% y grava la prestación de servicios y la circulación de bienes dentro del territorio.Existen artículos que tienen un impuesto diferenciado de 10%, como el caso de alimentos y medicinas y servicios de hotelería y salud.
En el caso argentino, se aplica un impuesto de 21%, pero los servicios públicos tienen un IVA de 27% en inmuebles que no son destinados para fines de vivienda.
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Con información del diario La República
