Cúcuta vuelve a estar en el podio de las ciudades con más inflación, con una tasa mensual de 1,21% y un acumulado anual de 13,65%.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la capital de Norte de Santander es casi 2,5 veces mayor al promedio nacional que fue de 0,51% en junio, según el informe que elabora el DANE.
Esta vez, la inflación no estuvo jalonada por los alimentos, sino por el alza en los precios del transporte público y las tarifas de electricidad.
“El primer puesto de Cúcuta se explica principalmente por un ajuste importante de las tarifas de transporte urbano en la ciudad, donde hubo una variación de 11,15%”, aseguró Juan Daniel Oviedo, director del DANE.
Según el informe, el transporte público contribuyó en 45 puntos básicos a la inflación, lo que indica que el ajuste inflacionario de esta subclase fue 22 veces más fuerte que en el resto del país.
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En cuanto al servicio de electricidad, este también tuvo una variación significativa (4,63%) y aportó 23 puntos a la medición total. El ajuste inflacionario a la electricidad fue cuatro veces más fuerte en Cúcuta que en promedio nacional.
También impulsaron la inflación la variación en los precios de la carne de res y sus derivados, las comidas en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio, y el suministro de agua.
La inflación, un fenómeno mundial
Alexander Botello, economista, profesor e investigador del programa de Economía de la Universidad de Pamplona, explicó que lo primero que se debe saber frente a las cifras de inflación es que es un fenómeno de alcance mundial desde el transporte, el comercio internacional, hasta los efectos de conflictos bélicos entre otros.
“Este aumento de los precios, que puede sorprender a gran parte del país, fue anticipado por el Banco de la República, aunque superando de nuevo sus pronósticos, y a pesar de que no se ha publicado el nuevo informe de política monetaria, se estima que los precios de muchos alimentos y bienes en el país se estabilizarían a partir de esta mitad de año, por múltiples factores como el agotamiento de la demanda represada y la reducción del consumo por el mismo aumento de los precios entre otros”, aseguró Botello.
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Sobre Cúcuta, dijo que, sin duda, este es un escenario retador si se tiene en cuenta que precisamente es la población con más bajos ingresos, la más vulnerable, la que siente en mayor media la inflación.
“Es imperativo que la ciudad sea pensada ante cambios o retornos a dinámicas en temas fronterizos, luego de años de cierto adormecimiento de las capacidades productivas y comerciales lo que imprimirá nuevos desafíos y oportunidades para la región y el país”, argumentó.
Y agregó que “las diversas presiones al alza de los precios y la inflación en general en Colombia se presentan con mayor claridad desde el último trimestre de 2021, entre los cuales se tienen: primero la tasa de cambio con un dólar cada vez más alto que impacta los costos de los insumos agrícolas más importantes; segundo, la reversión de la rebaja del IVA de productos de higiene y aseo por cuenta del vencimiento de la emergencia sanitaria; y tercero, el ajuste de mediano plazo del aumento del salario entre otros”.
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Los pobres, más pobres
Mario Zambrano, economista y coordinador de la encuesta Cúcuta Cómo Vamos, dijo que realmente las cifras no sorprenden porque lo que muestran los datos es la confirmación de una tendencia que viene desde hace bastante tiempo y una presión inflacionaria
“Hay causas a nivel mundial en las que Colombia no tiene ningún tipo de control como los efectos del conflicto entre Ucrania y Rusia o las expectativas de recesión que terminaron con los precios del petróleo a la baja y eso tiene como consecuencia también el aumento del dólar y mayor presión inflacionaria. Hay un escenario bastante adverso”, explicó.
“Estos indicadores generan una mayor posibilidad de empobrecimiento de quienes ya son pobres, porque se pierde el poder de compra”, aseguró Zambrano.
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