El Ministerio de Comercio lanzó ayer la estrategia para posicionar a Colombia como destino mundial para el avistamiento de aves, gracias a que el 20% de las especies que habitan el planeta están en el país.
“Tenemos el reto de desarrollar un producto turístico que nos identifique ante el mundo y que complemente nuestra oferta turística. Somos el primer país con más diversidad de aves y orquídeas, y eso hay que aprovecharlo. Mientras Estados Unidos tiene 914 especies, Colombia suma 1.900”, afirma María Claudia Lacouture, ministra de Comercio.
La estrategia del Gobierno comprende la creación y desarrollo de rutas para el aviturismo, la conservación de la naturaleza, la apertura de senderos, el apoyo de ideas de negocios, la formación de guías, la promoción en ferias y el seguimiento de los indicadores del mercado.
“Estamos trabajando con las regiones para desarrollar productos turísticos bandera, de largo plazo, sostenible. Este es un producto que genera alto gasto, un observador de aves puede gastar hasta 3.000 dólares en una visita”.
Se estima que el precio promedio para un tour de este tipo es de 310 dólares por día. Se calcula que año vendrían 14.978 avistadores que gastarían 46,4 millones de dólares, con una ganancia de 9 millones de dólares para el sector.
“Colombia tiene que estar preparada para la cantidad de turistas que van a llegar por el gran momento que vive el país, que está ad portas de un acuerdo de paz. Ya que la seguridad es un factor que incide en la decisión de los turistas a la hora de viajar”.
En ese sentido, Norte de Santander tiene la oportunidad para enfocarse en este nicho y convertirse en un destino por excelencia, ya que aquí habitan 616 especies de aves, dos de ellas son endémicas, es decir, únicas en el país.
Sandra Howard Taylor, viceministra de Turismo, dice que más allá de posicionar a Colombia como un destino mundial para el avistamiento de aves, lo que se busca es promover un turismo respetuoso con la naturaleza, las especies y las comunidades.
Para ello se requiere de un servicio de alta calidad, en el que los entes públicos y privados, así como la academia y los operadores, enfoquen sus esfuerzos en la conservación de la naturaleza y en la sostenibilidad de un segmento que genera 32.000 millones de dólares anuales en Estados Unidos.
“El aviturismo es un alivio para la pobreza; un aporte importante para la economía y la sociedad. La meta para 2018 es llegar a los 6.000 millones de dólares por concepto de turismo, y alcanzar los 300.000 nuevos empleos”.
Jhon Myer, conservacionista de Audubon, afirma que Colombia tiene todo el potencial para ser el primer destino en avifauna por su gran biodiversidad; sin embargo, recuerda que si no hay conservación, no hay aviturismo.
“El aviturismo es una herramienta útil para la conservación de las aves y el desarrollo económico de una región. Sin aves, no hay turismo; por eso, es importante su conservación, especialmente, con la ayuda de las comunidades”, afirma Myer.
La estrategia para para posicionar a Colombia como destino mundial para el aviturismo se presentó ayer durante el X Encuentro Turismo de Naturaleza, en Pereira.