Desde la noche del pasado 19 de febrero, cuando el Ejército de Liberación Nacional (Eln) voló con un carrobomba el peaje La Parada de Villa del Rosario, ubicado en Lomitas, los actores políticos, sociales y la comunidad en general de ese municipio reiniciaron la lucha para que sea eliminado o reubicado, mientras su reparación está suspendida.
Para el alcalde Camilo Suárez, el recaudo del peaje no se ve reflejado en el desarrollo social y económico de la zona de influencia, porque ha llegado a “recoger entre $9.000 y $10.000 millones en el año y desde 2020 no se le hace una inversión a las vías del área metropolitana”.
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“Se están haciendo unas recuperaciones sobre los anillos viales, pero, a partir de 2021, comenzó a ser parte de una bolsa común de alrededor de 12 peajes del país de una concesión. No está en autonomía de Invías (Instituto Nacional de Vías) ni del Área Metropolitana de Cúcuta (AMC) ni de la Gobernación, mucho menos de la Alcaldía de Villa del Rosario”, afirmó a La Opinión el mandatario.
Suárez dijo que, desde que llegó a la administración en enero de 2024, han reiterado en varias ocasiones, tanto a Invías como al Gobierno, que el recaudo se invierta en su municipio o que “ese peaje sea quitado”.
Pero, ¿qué tanto dinero recauda exactamente y en qué se invierte? La Opinión consultó a Invías, responsable del peaje, el cual precisó que en 2023 ($7.365.744.688) y 2024 ($7.909.532.870), en total, se recolectaron un poco más de $15.275 millones.
La mayoría de estos recursos son aportados por las categorías I (automóviles, camperos y camionetas) y IE (automóviles, camperos y camionetas con ejes de llanta sencilla), que juntos suman, en promedio, 18.000 conductores diarios, quienes representan el 94,5 % de los transeúntes.
Así que, quienes sostienen el recaudo son los habitantes de Villa del Rosario que se trasladan en sus vehículos hacia Cúcuta a cumplir con su trabajo y otras actividades cotidianas.
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De acuerdo con Invías, este dinero ha sido destinado a la “ejecución de actividades de mantenimiento periódico, atención de emergencias y mantenimiento rutinario, por medio de los proyectos de conservación de vías, en los corredores a cargo del instituto, en jurisdicción de Norte de Santander”.
“Con estos recursos también se atienden las vías Aguaclara-Ocaña-Sardinata-Cúcuta, los dos anillos viales de Cúcuta y Cúcuta-Villa del Rosario-puente internacional Simón Bolívar, con una inversión para las vigencias 2023 y 2024 de $12.176 millones”, precisó Invías.
Para las vigencias 2024 y 2025, la inversión en esos corredores es de $38.571 millones aproximadamente, registrando una destinación general superior a los $50.700 millones.
Para Invías, con este peaje gana el departamento, porque, mínimo, el 50% de los recursos que se generan se invierten en el territorio y el restante en el área de influencia de dicha estación de recaudo, según lo establecido por el artículo 22 de la Ley 105 de 1993.
¿Equilibrio en costo/beneficio?

El economista e investigador Eder Alexander Botello afirmó que la percepción de la relación costo/beneficio varía según el ciudadano y la frecuencia con la que paga la tarifa del peaje.
“En el caso de los habitantes de Villa del Rosario, esta relación no parece ser satisfactoria, ya que realizan el pago diario de la tarifa si desean dirigirse a Cúcuta y, al parecer, consideran que las inversiones en el municipio no son suficientes”, dijo Botello a La Opinión.
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El también docente universitario manifestó que, sin embargo, hay que recordar que los recursos recaudados no son para destinación exclusiva del municipio, sino de vías nacionales en la región. Además, los beneficios en conectividad vial y competitividad son de largo plazo y se perciben de forma gradual.
“Frente al pago de tarifa diaria, esta percepción se podría analizar mediante el concepto económico de ‘descuento temporal’. Este fenómeno puede explicar por qué los usuarios del peaje pueden sentir que el costo que pagan no se traduce en beneficios proporcionales, incluso si las inversiones en infraestructura son significativas a nivel departamental”, agregó Alexander Botello.
Para Botello, en el corto plazo, el costo del peaje tiene un impacto directo y tangible en el bolsillo de los ciudadanos. Por ejemplo, un usuario que paga $2.700 por trayecto, y transita dos veces por allí cinco días a la semana, en un año puede pagar un valor aproximado de $1.400.000, lo cual representa una carga significativa.
El economista aseguró que la ubicación de esta estación sobre la Autopista Internacional es, sin duda, estratégica, toda vez que se inspira en el flujo vehicular del comercio binacional. No obstante, no deja de ser polémico el lugar específico en el que se instaló.
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