El 2017 es un año lleno de esperanza para algunas zonas de Norte de Santander que por muchos años padecieron por el conflicto armado. Proyectos de desarrollo agroindustrial, turísticos, energéticos e industriales, están en la lista de las actividades a emprender tras el inicio de una nueva etapa con una gran expectativa por respirar un aire de paz.
Diversas instituciones, del sector público y privado, han elaborado planes y proyectos que buscan darle un empujón al desarrollo económico de zonas como el Catatumbo, y los municipios afectados por el conflicto armado.
En ese sentido, un pilar importante es la recuperación de la mano de obra que ha sido utilizada por los grupos irregulares para el narcotráfico; esta es una de las tareas primordiales que se deben desarrollar en la región, indicó el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio, Carlos Luna.
Sectores a priorizar:
Palma aceitera
La palma, que ha mostrado ser un modelo exitoso en las zonas rurales, es uno de los primeros rubros agrícolas a desarrollar. Por eso, de la mano de la gobernación, la Cámara de Comercio, y las asociaciones de Tibú y la provincia de Ocaña, se elaboraron planes para la sustitución de cultivos, y el incentivo para la siembra de una mayor cantidad hectáreas de palma aceitera.
Cacao
Lo primero que se debe hacer es un trabajo de certificación del cacao, para que sea comprado bajo unas condiciones de calificación de calidad de la región. Buscar algún mecanismo para que el fruto que se venda no sea de otros departamentos, reflejándose en las estadísticas de ellos, como ocurre actualmente en Santantander y Caldas, agregó Luna.
Para evitar esta situación hay que hacer un fortalecimiento, estructurando una comercializadora que permita mejorar la compra de los productores de cacao en El Tarra, Hacarí, Tibú, Teorama, Convención y Ábrego. Certificar el cacao como un cacao de origen, también permite resaltar las costumbres de las etnias de la región del Catatumbo.
Sábila
La Cámara de Comercio, conjuntamente con la Pastoral Social y la Alcaldía de Tibú, así como algunos empresarios, le están apostando a un proyecto para incentivar el cultivo de sábila, y su transformación en productos derivados que potencien su comercialización.
Sector energético
Además de la agroindustria también hay oportunidades para el sector energético, en zonas que han estado afectadas por el conflicto. El Catatumbo cuenta con reservas de gas y crudo probadas y probables, certificadas por la Agencia Nacional de Hidrocarburos.
En la zona de alto conflicto estas reservas energéticas no se han explotado por temas de orden público. Luna señaló que a pesar de las dificultades actuales de los precios internacionales de los hidrocarburos, en estas zonas hay un potencial energético que se puede desarrollar.
Ciudad maquila
En el área urbana hay un sector del cuero y calzado que se debe incentivar con la formulación de la ciudad maquila, proyecto que está liderando la Cámara de Comercio, con el apoyo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Acicam, Corpoincal, Corpomoda y la gobernación.
Muchos desplazados quieren salir de las zonas de conflicto y buscar oportunidades en los cascos urbanos. En ese sentido, ciudad maquila es un proyecto importante que permitirá seguir impulsando la producción de calzado, vestuario, cuero y marroquinería.
Con este proyecto se busca formalizar los talleres satélites, e impulsar a los inversionistas nacionales e internacionales a buscar alternativas de mercado en Cúcuta, y promover el empleo formal, pues este sector desde 2015 registra buenos resultados.
Ganadería, porcicultura y avicultura
Otra línea a fortalecer es la ganadería con la construcción de centros de acopio, indicó el secretario de Desarrollo Económico, Leonel Rodríguez. Incentivar la porcicultura y avicultura en las zonas rurales son los planes a los cuales le apostará la gobernación en las zonas de conflicto como el Catatumbo. Capacitación, entrega de chocheras, porcinos para su producción, y ayuda en el financiamiento de proyectos que permitan aumentar la producción en esas zonas, son los planes en este sentido.
En avicultura se estima la construcción de galpones, entrega de alimentos y gallinas al avicultor, y se busca una forma de comercialización para los huevos. También se dotarán los agricultores con medicinas e insumos para la producción avícola.
Limitaciones
Sin embargo, hay ciertas reservas sobre si estos proyectos puedan lograrse porque en dichas zonas también hay otros grupos irregulares que pueden limitar el desarrollo socioeconómico que se ha diseñado para estas regiones.
Julio César Carvajal, director del departamento de Educación e investigador de la Universidad de Santander, (Udes), indicó que el gobierno logró acuerdos con las Farc, pero en estas zonas aún queda el ‘Epl’, y las ‘Bacrim’, así como otros grupos que son reductos del paramilitarismo y que se han tomado la frontera para continuar con el contrabando y la droga.
Esta es una zona en donde prevalece la ausencia del Estado, lo que ha llevado a que la totalidad de recursos invertidos y la riqueza propia de la región no beneficien directamente a su población.
A todo esto se suma que la infraestructura vial del Catatumbo no está en el mejor estado, lo que genera limitaciones para que el campesino pueda sacar sus productos.
Todas esas falencias están siendo aprovechadas por grupos al margen de la ley, impidiendo que esta zona, rica por naturaleza, siga siendo tan pobre.
Carlos Luna - Presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio
“El posconflicto, -en medio de las dificultades económicas que tiene la región y a pesar de la limitaciones fiscales y presupuestales del gobierno nacional- es una clara oportunidad de desarrollo económico para el departamento porque Norte de Santander es una zona priorizada”.
Leonel Rodríguez - Secretario de Desarrollo Económico
“El sector productivo de Norte de Santander ha crecido con violencia, en el departamento hay 32.000 hectáreas de palma, 18.000 hectáreas de arroz cada semestre, 12.000 hectáreas de cacao, que producen en medio de la guerra, hay preocupación porque quedan otros grupos irregulares, pero esperamos que esto no limite el desarrollo productivo del departamento”.
Julio César Carvajal - Profesor investigador de la Universidad de Santander (Udes)
“Si bien es cierto que la mirada se está centrando en el Catatumbo, hay que crear conciencia de la importancia del impacto ambiental que puede generar cualquier tipo de actividad económica; en ese sentido también se hace un llamado a cuidar las reservas ambientales de la zona”.