De cada cuatro colombianos a los que la firma Kantar consultó sobre las perspectivas económicas del país, tres respondieron que no son favorables. El encarecimiento del costo de vida y más recientemente la subida del dólar han hecho mella y, como si fuera poco, la recesión económica de Estados Unidos pondría más presión.
Entre los analistas más severos está la idea de que ese país ya entró en recesión; los más recatados piensan que eso se dará el próximo año; y el Bank of America –por ejemplo– observa dicho escenario para finales de 2022.
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¿Menos exportaciones?
En cualquier caso, Colombia debe estar atento porque desde un inversionista dudando si dirige o no más dólares al país, hasta un mercado más caro en las tiendas de barrio podrían ser los coletazos de dicha coyuntura.
La recesión significaría una caída de la economía de Estados Unidos durante dos trimestres consecutivos y en ese orden los empresarios e inversionistas allí se apretarían el cinturón, por lo cual un primer impacto sería que las exportaciones colombianas se verían afectadas.
La “ecuación” que hacen algunos es simple: la inflación anual llega a niveles récord en Estados Unidos –9,1% a junio, la más alta en 40 años–, luego la Reserva Federal (FED) sube tasas de interés para disminuir el consumo y atajar la inflación, pero el menor consumo implicaría que la economía se contraiga y caiga en recesión; en ese bajón, la industria de ese país compraría menos en el exterior.
De ahí que se viese golpeado Colombia, pues EE. UU. es su primer socio comercial; le compra petróleo, fruta y productos manufacturados, entre otros, y si esa demanda baja el número de dólares que ingresan se reduce también, lo cual pondría más presión al déficit de cuenta corriente.
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Dólar más caro
Eso sí, todos los escenarios tienen su “pero”. En el caso de la disminución de las exportaciones está en el hecho de que si el dólar continúa en los mismos niveles de los últimos días, así se vendan menos productos los exportadores podrían respaldarse de los buenos precios de la divisa para compensar.
Las opiniones están divididas, algunos creen que el mercado ya viene dando por descontada la recesión y por eso cuando se confirme con estadísticas oficiales no habrá mayor movimiento. Otros como Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de la comisionista Casa de Bolsa, consideran que es incierto cuánto durará el alza del dólar.
De todos modos no hay que ir muy lejos para ver los estragos que produce un dólar caro en Colombia. En las últimas semanas hay preocupación por lo que pueda pasar con los precios de frijoles, lentejas y aceite traídos del exterior, así como por las variaciones en el costo de electrodomésticos y servicios y productos turísticos, que están altamente relacionados con esa moneda.
Mientras eso siga ocurriendo y en el escenario que todo agrave cuando llegue la recesión, el profesor de EAE Business School, Josep Beltrán, recomienda bajarle al uso de tarjetas de crédito para compra en dólares en el exterior, adquirir frutas y verduras producidas en Colombia –que encarecerán, pero no tanto como el producto importado– y, si se puede, ahorrar en dólares.
Remesas y mercado
Sumado a todo esto, durante un frenazo de la economía gringa y, por qué no, de otras potencias mundiales, los empleos que suelen verse más afectados son los de los migrantes. Por esa razón el investigador económico de la Universidad Sergio Arboleda, Luis Fernando Ramírez, ve que el flujo de remesas podría reducirse.
Vale recordar que las remesas son la plata que colombianos en el exterior envían a familiares en el país, y el año pasado totalizaron un récord de US$8.597 millones, siendo Estados Unidos el principal origen. Claramente este capital es un importante dinamizador de la economía, sobre todo para el Eje Cafetero o el Valle.
Adicional, la entrada de recursos a través del mercado financiero también estaría entre las grandes damnificadas en la medida que los inversionistas serían más recatados y en vez de poner plata en países emergentes como Colombia, se refugiarían en el dólar mientras esperan a que pase la tormenta.
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Acciones y bonos se perfilan como grandes afectados y esta semana sí que se observó, pues el jueves los títulos de deuda pública (TES) a 10 años cerraron a una tasa de 13,47%, algo que los analistas vieron con preocupación pues no se había dado ni siquiera en la etapa más alarmante de la pandemia.
¿Pasará factura al PIB?
Al final la mezcla de tasas altas de la FED, recesión, dólar y potencialmente menores exportaciones y un mercado financiero a la baja le pasarían factura a la economía colombiana, si bien es una de las que más se ha reactivado.
Aunque el Producto Interno Bruto (PIB) crecería 6,5% este año siendo uno de los mejores en el mundo, para 2023 la cosa se tornaría distinta en tanto la desaceleración mundial y los factores mencionados lo llevarían al 2%, según cálculos de BBVA Research.
“La desaceleración global limitará el crecimiento de los sectores más relacionados con las exportaciones (agroindustria), mientras que la moderación del consumo y del comercio exterior reducirán el desempeño del comercio y el transporte. Para el próximo año se navegará en un entorno internacional menos favorable”, proyectaron expertos de la firma.
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