La ilegalidad y la informalidad que se reflejan en el sector llevan a que la sociedad vea más el lunar que el desarrollo y el empleo que impulsa un reglón de la economía tan importante para Norte de Santander, como lo es el carbón.

Esta fue una de las reflexiones del ex viceministro de Minas y presidente ejecutivo de Fenalcarbón, Carlos Cante, quien disertó sobre el carbón y su camino a la sostenibilidad, durante un foro organizado por el diario La Opinión y la Asociación de Carboneros de Norte de Santander (Asocarbonor), en el que participaron también el exsenador Jorge Enrique Robledo y el empresario Elkin Becerra, integrante de la Junta Directiva del gremio regional.

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“Se me viene una frase de - Mahatma- Gandhi, quien decía que ‘el peor contaminante que existe es la pobreza’. Y la pobreza en el sector minero está expresado en la informalidad y en la legalidad. Unas operaciones mineras sin ningún control, por supuesto, no están sometidas al rigor de las exigencias en materia técnica, minera y ambiental”, indicó.

Cante destacó que, en el caso del departamento, el reto crece, pues esta informalidad aumenta la estigmatización, debido a que esas operaciones de carbón y coquización sin control irrespetan la normativa, contemplan el manejo inadecuado de los estériles y generan vertimientos e impactos ambientales y sociales.

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“Como los precios han crecido, como crecieron en los últimos dos años, todo el mundo creyó que esto era pararse y hacer casetas sin ningún tipo de control de gases, exigencia técnica, manual de construcción y de licenciamiento ambiental. Eso también nos ha generado un impacto en materia de estigmatización”. 

El presidente de Fenalcarbón afirmó que el principal fundamento hacia la sostenibilidad es la formalización de las operaciones mineras.

“Dosis de charlatanería”

Jorge Enrique Robledo enfatizó que las prácticas inaceptables en la minería no deben darse, las cuales también ocurren en el agro, la industria y la construcción, entre otras actividades económicas, por lo que “levantarse la teoría de que el único sector que hay que corregir es la minería” implica “una visión sesgada”.

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“El problema es cómo tenemos la inteligencia para tratarlo y resolverlo adecuadamente. Y esto no es ni de lejos el primer problema de Colombia. El primer problema del país no es el CO2, lo dicen los ambientalistas más serios, sino la deforestación, que nos genera un problema de destrucción del territorio descomunal”, aseguró el excongresista, quien durante 20 años perteneció a la Comisión de Asuntos Ambientales del Senado.

Robledo afirmó que la mayoría de emisiones con efecto invernadero las produce la deforestación, y otra parte muy grande, el 60% de los gases, el metano de la ganadería. “¿Cuál es lío que tenemos? El miedo que se ha generado y los avivatos que hacen política con esto, que ganan las elecciones con estos cuentos y llegan a gobernar de manera irresponsable, exagerando las cosas”.

El dirigente del partido Dignidad lamentó que en el país haya “una dosis muy grande de charlatanería, por ingenuidad o por viveza”.

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