La propuesta de reforma tributaria de eliminar las exenciones del pago de aranceles y del impuesto nacional a la gasolina y el Aceite Combustible Para Motores (ACPM) en las zonas de frontera sigue generando reacciones.
Al malestar que generó ese planteamiento del Gobierno Nacional, en el sector de la comercialización de combustibles en Norte de Santander, se unió el del transporte, cuyos representantes creen que, de aprobarse la medida, les afectaría sus ingresos y costos de servicios.
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Leonardo Méndez, director regional de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), señaló a La Opinión que tienen la certeza de que la administración de Gustavo Petro, quien estuvo en Norte de Santander adelantando su campaña electoral y por eso con eso la economía de la zona, tome la decisión que en pro a los habitantes del departamento.
“Quitar ese beneficio, de alrededor de 2.000 pesos de diferencia que tenemos sobre el precio nacional, viene a repercutir y a generar un aumento en el coso de los fletes”, expresó Méndez.
El dirigente gremial agregó que desean trabajar de la mano del gobernador Silvano Serrano, los representantes y senadores de la región y de los delegados nacionales de Colfecar, para mediar ante el Ejecutivo Nacional, con el fin de que se evalúe bien esa propuesta, mientras, además, se restablece el paso comercial con Venezuela.
Juan Carlos Bastos, presidente de la Asociación Sindical de Taxistas de Norte de Santander (Astans), señaló a La Opinión que dejar de gozar del hidrocarburo exceptuado les va afectar su bolsillo, porque “echar 5 galones ya costaría alrededor de 50.000 mil pesos” y no les rinde la gasolina, por ser servicio público de trasporte.
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“Toca mirar a ver qué deciden, pero toca luchar es para que no lleven el combustible para Venezuela”, destacó Bastos. En el área metropolitana circulan alrededor de 8.000 taxis registrados.
Fabián Daza, vocero del bloque de conductores de buseta, también opinó que hay irregularidades que se vienen presentando en la venta de combustible exceptuado, la cuales hacen que, “a partir del día 12 o 13 –de cada mes-, ya no haya”; entonces les toca el resto de mes pagar el ACPM más caro.
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“Nos queda esperar, para ver qué sucede. Porque caro o barato, nos toca pagar el combustible al precio que lo pongan”, recalcó.
De aprobarse el planteamiento, en Norte de Santander ya no se venderían los combustibles a precios preferenciales: a $7.576 el galón de gasolina y a $7.024 el de ACPM, como ocurre desde hace más de 20 años.
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