Con la reforma pensional, recientemente sancionada por el presidente Gustavo Petro, el país pasará a partir del 1 de julio de 2025 de un sistema de 30 años (Ley 100), en el que los trabajadores decidían estar en un fondo privado o el público (Colpensiones) a uno dividido en cuatro pilares: Solidario, Semicontributivo, Contributivo y Voluntario.
La abogada en Derecho Laboral María Teresa Ortiz, experta en seguridad social y pensiones, explicó que el Seguro Social tenía a su cargo el Régimen de Prima Media, antes de la Ley 100, por lo que concentraba a toda la población. Pero con el actual sistema, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) aparecieron para recibir a quienes querían afiliarse.
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“Ahora es todo lo contrario. Colpensiones tiene que atender a casi 20 millones de afiliados al sistema, si la reforma los toca, porque hay algunas excepciones”, agregó Ortiz, resaltando que el hombre que tenga 900 semanas o más cotizadas, al 1 de julio del próximo año, y la mujer, 750 semanas, no harán parte de la transición.
Además, hasta 2,3 salarios mínimos mensuales serán de cotización para Colpensiones y el excedente irá a un fondo privado, el cual puede escoger al trabajador en los siguientes 6 meses, de lo contrario, el Gobierno lo decidirá.
En este caso, esa persona tendrá dos años para decidir si se queda en la AFP en el que se encuentra o pasa a Colpensiones, siempre y cuando esté a menos de 10 años de pensionarse.
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La experta destacó que el desafío para Colpensiones es enorme, porque tiene un año para prepararse desde el punto de vista técnico y de recurso humano.
El beneficio de llegar a Colpensiones
María Teresa Ortiz aseguró que el más beneficiado es quien no lo cobija la reforma y cotiza en el fondo público con un salario superior al mínimo, porque la Ley 100 contempla hacer un balance de los últimos 10 años sobre su ingreso de cotización, para un traslado directo, mientras que en los privados solo se depende de lo ahorrado.
Ortiz recalcó que, en Colpensiones, la mesada suele ser de 40% o 50% más que la de los privados. Por otra parte, afirmó que quien daba sus aportes a un fondo privado, al ser trasladado al público, perderá el beneficio de pensionarse a las 1.150 semanas y deberá cumplir 1.300.
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“Por ejemplo, al momento de la transición, un hombre que lleva 899 semanas cotizadas en un privado bajo un salario mínimo, le servía seguir allí, porque solo le faltaban 261 semanas (y cumplir la edad) para pensionarse. Ahora deberá cumplir 150 semanas más”, añadió.
Destacó que la mujer es protagonista en la reforma, porque no solo se le reducirán 25 semanas cada año hasta 2036, para jubilarse con 1.000 semanas; también se le disminuirán 50 semanas por cada hijo, hasta un máximo de tres hijos, por lo que podrá recibir su pensión con 850 semanas cotizadas a los 57 años.A continuación la entrevista completa con la experta:
