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Editorial
La Zona Franca
Lo más importante es el impacto que una opción de esta naturaleza producirá sobre el empleo, puesto que se ayudará a la reducción sustancial de males estructurales como el desempleo y la informalidad laboral.
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Sábado, 29 de Junio de 2024

De aquí hasta el 2054 es la nueva vida que se le imprimió a la Zona Franca de Cúcuta que para esta fase del siglo XXI tiene que fijarse metas ambiciosas para ayudar a impulsar la economía cucuteña y seguir siendo una alternativa esencial para el comercio colombo-venezolano.


Hay que resaltar la decisión del Ministerio de Comercio de mantener el régimen franco en la capital nortesantandereana, lo cual constituye en un espaldarazo para que se avance hacia la consolidación de una  plataforma industrial moderna.


En estos momentos de tantos desafíos, la región necesita emplearse a fondo en imprimirle celeridad hacia la potenciación de las actividades manufactureras para la transformación de las materias primas, la industrialización y una economía más fundamentada en el sector productivo, incluyendo la agroindustria.


Hacerlo  de esa manera conllevará, por ejemplo, a la internacionalización de nuestra economía local para vigorizar la presencia en mercados no solo de Venezuela sino de otros países, con lo cual el Producto Interno Bruto y la generación de divisas se fortalecerán.


Pero sin duda alguna, lo más importante es el impacto que una opción de esta naturaleza producirá sobre el empleo, puesto que se ayudará a la reducción sustancial de males estructurales como el desempleo y la informalidad laboral que a lo largo del tiempo ha ido arrastrando esta zona del país.


Al igual de importante que los resultados de mayor actividad económica, habrá una efectividad de carácter social en aspectos como la reducción de la pobreza, la miseria, la desigualdad y disminuir las necesidades básicas insatisfechas con un mejoramiento de La calidad de vida de los habitantes de esta parte del país.


Precisamente, para que en esta nueva etapa la Zona Franca tenga una gran fortaleza, resulta de alta importancia la inversión de $10.000 millones prevista por la Gobernación de Norte de Santander para apoyar  esta zona especial ubicada estratégicamente y que cuenta con más de 20 hectáreas declaradas para el desarrollo de operaciones industriales de bienes y servicios.


Contar un área de dichas  características debe mover a la región a la búsqueda, también, de la competitividad de la Zona Franca con una gran estrategia para que se convierta en el corazón de actividades empresariales por parte de inversionistas locales, nacionales y extranjeros interesados en llegar allí.


Al iniciarse esta nueva etapa de 30 años adicionales del régimen franco, resulta de la mayor importancia que los sectores público y privado dispongan una serie de acciones necesarias para mejorar la competitividad de la Zona Franca de Cúcuta.


En ese sentido es indispensable acoger lo expuesto por el director de la Regional Oriente de la Cámara Colombo Venezolana, Víctor Méndez, quien afirmó que la prórroga lograda gracias a la gestión del saliente ministro Germán Umaña, impone el compromiso de implementar estrategias 
para seguir desarrollando la Zona Franca con inversión y mejoras en sus áreas, con el fin de que sea más competitiva.


Por tal motivo hay tres décadas que requieren tener un plan concreto en acciones, tiempos y presupuestos, con el fin de que al llegar a los años 50 cuenta del presente siglo, esta área de desarrollo industrial y comercial cucuteño logre su pleno avance.
 


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