El Consejo Nacional Electoral (CNE) abrió un proceso administrativo a la campaña de aspiración a la Cámara de Representantes de Katherine Miranda por usar el término “abudinear” en las vallas de su candidatura. Con la decisión se busca establecer si hubo una posible vulneración a las normas de propaganda electoral.
La representante de Alianza Verde, que busca repetir periodo en el Congreso, instauró el eslogan “que no nos abudineen el país” en distintas zonas de Bogotá, usando el término como sinónimo de “robar” y aludiendo al apellido de la exministria de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), Karen Abudinen, quien renunció a su cargo tras el escándalo de Centros Poblados.
En repetidas ocasiones, Miranda le ha reclamado a Abudinen por los 70.000 millones de pesos que “se perdieron” en un pago adelantado de un contrato que hizo MinTic con la Unión Temporal Centros Poblados, con el que se pretendía llevar internet a 7.277 centros digitales de zonas apartadas de 15 departamentos. El reclamo fue tal, que la representante a la Cámara por Bogotá empezó a usar reiteradamente el término “abudinear” en tono de burla o como una forma de presión.
El pasado 15 de febrero, Miranda expuso en Twitter una misiva dirigida a la Corte Suprema de Justicia en la que dejó expresa su negativa a conciliar con Karen Abudinen, quien la acusó de los delitos de injuria, calumnia y fraude procesal. La representante a la Cámara manifestó que no había “ánimo conciliatorio”, por lo que solo asistió a la audiencia el representante del mismo partido, León Fredy Muñoz, también señalado en la denuncia de la exministra.
Karen Abudinen ha rechazado reiteradamente los señalamientos que la involucran de manera directa con el hecho de corrupción y ha señalado la configuración del término “abudinear” –que ya fue documentado por la RAE– como un insulto hacia ella y su familia.
Por el caso de Centros Poblados se viene realizando una audiencia y la exministra rindió su testimonio el pasado 9 de febrero, cuando insistió en su sensación de “engaño” después de lo ocurrido y el “quebrantamiento” de su carrera profesional.
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